lunes, 26 de septiembre de 2011

La Mordida Del Amor

Me he enamorado como una infante de medias hasta la rodilla y zapatos de charol. Me he enamorado así como los niños se enamoran de sus maestras y las abejas se enamoran de las flores y ya pueden darse cuenta que estoy escribiendo curislería y media que de alguna manera no tengo la menor idea de cómo explicarles que me he enamorado. Dios mío, me he enamorado y ni siquiera lo puedo creer.
Ustedes me entienden. Se supone que (oh, que raro) había dejado de lado este asunto de creer en las personas, en el amor, las bancas, los nombres grabados en los troncos de los parques abandonados, entre otra serie de imágenes melancólicas y tan relativas a lo que es enamorarse.
Mi realidad 
Ojo, dije que me he enamorado, solo enamorado, enamorado de la manera más infantil, bonita, rara, ajena a lo que normalmente suelo sentir, y todo lo demás. Le doy vueltas al asunto como si fuera un carrusel ¿Ven que es infantil, trivial, poco-importante? Y sin embargo, le dedico una entrada, un espacio de acá pero más que nada, un espacio en mi mente que ya de por sí, está llena de muchas cosas.
¡Ah! Es un ser maravilloso, es uno de los personajes más curiosos que he podido conocer, no está loco, no del todo, no tanto como quizás yo esté (porque lo estoy ¿Verdad?) y tiene un corazón blanco, es decir, crema, blanco es un color muy triste. Un corazón crema como las paredes de las heladerías, crema como la leche fresca sin lactosa y bueno, ustedes me entienden.
¿Por qué me he enamorado de este misterioso personaje, tan nuevo e inusual? No estoy segura. Lo conozco desde ya hace un tiempo, quizás no toda una vida, pero ya han pasado unos buenos años. ¡Ah! Pero desde que lo conocí fue cada detalle de su existencia lo que me cautivó. Su caminar como de fantasma, su mirada perdida en el infinito y una sonrisa excelente. Hoy noté que es bellísima, casi angelical, veo su sonrisa y pienso en musicales, en café, en atardeceres rojos, en hojas verdes y en libros, muchísimos libros.
No podría describirles toda la perfección y lo sublime de sus facciones porque me demoraría demasiado y no quiero empalagarlos. Me siento muy "barroca" (examen de filosofía mañana, he estado estudiando, para que vean), muy dulce, almíbar, rara, extraña, ya me comprenden ¿Me comprenden?
¡Qué raro es enamorarse! Qué raro es despertar sonriendo.
Pero sobre todas las cosas, qué raro es derretirme después de hablarle y con la mano en el corazón pensar "Qué feliz me hace este chico".


Honestamente y con cariño infinito, 
Req

3 comentarios:

Jose Carlos dijo...

Ya te pico el bichito del amor, bien por ti, pero recuerda siempre no ilucionarte del todo, todo puede pasar. suerte

Reinhardt Langerhans dijo...

Wow... me has conmovido el alma con tus sinceras y dulces palabras, Bárbara. ¡Qué lindo es estar enamorado! <3

Gracias por los buenos recuerdos que me trajiste n.n

Y mucha suerte con vuestro caballero de ópalo andante (Y)

Saludos :)

ruben dijo...

Que raro verdad.....

EAH AQUI EL DILEMA:

Pues me eh enamorado, de tu poema
Y sin saber que es lo barroca,
vi un corazon de crema.

Crema, crema no lactosa, ni fresca,
pues el color de tu alma me la recetan,
recetas que son para la vida cotidiana
pues me eh enamorado de tu silueta
cual pintas en cada poema.

Me eh enamorado de tu belleza,
no por tu corazon de crema,
si no por tu escrito, al encriptar un tema,
tal es el caso de tu existencia,
cual marca nunca se borrara,
ya que aprendiste lo que es un corazon de crema.