Días De Grunge

Hoy día me enteré que murió la Miss Savedra. Era una profesora que ya estaba muy mayor y en primaria me bañó dos veces, en una ocasión fue porque me caí y me ensucié horriblemente, la segunda fue porque tuve problemas con mi sistema urinario en una clase, lo admito, la Miss Savedra me dio ropa nueva, jabón, me bañó como si fuera su nieta y jamás olvidaré las veces en donde me amarraba los pasadores y me llamaba la atención cuando corría por los pasadizos. 

Que en paz descanse esa buena mujer. Jamás la voy  (a olvidar y no puedo guardarme el hecho que hoy derramé una lágrima por su partida. Sé que ahora está con Papá allá en el Cielo y a lo mejor nos mira, como la segunda mamá que siempre fue.

A estos últimos días, yo les llamó Días de Grunge. Oscuros, subterráneos, relajantes. 

Si fumara, quizás me vería así (no, claro que no)

Cada hora que pasa tengo menos ganas de ir al colegio. No es que me "esté sobrando" porque ya ingresé a la universidad o como quieran llamarle a esa tendencia de querer abandonarlo todo, simplemente ya no deseo ir. Siento que mi organismo, mi mente, más que nada, se está debilitando horriblemente y que necesito dormir por días, estar en cama por semanas enteras, leer como lo hacía antiguamente y escribir  cosas con sentido, poemas, lo que sea.

Escucho Nirvana y me sumo en los oscuros abismos del grunge y todo este asunto de Cobain que siempre me relaja hasta límites astrales. 

Hace unos días le dije muy triste a una amiga que no sabía que iba a ser de mi, de mi vida, de mi existencia. Quizás exageré. Sé qué quiero y a donde quiero llegar, pero solo estoy desanimada. No estoy deprimida, solo distraída (idea que saqué de Facundo Cabral, que en paz descanse) y bueno, la vida corre, los días pasan y siento que todo me da igual, solo espero mis vacaciones y a las sorpresas que llegan siempre .

Mañana tengo examen de Economía y Mároli me ayudará a practicar una pieza en el violín. Tengo miedo porque creo que tengo una carie y como ya les he dicho, el dentista me aterra, me da muchísimo terror, aunque jamás me ha hecho doler más de lo normal, que es el tenebroso pinchazo de la anestesia.

Papá llegó ayer de viaje y me alegra verlo en casa de nuevo. Añoro el fin de semana, añoro dormir cada vez más y hundirme en esos sueños donde todo sucede.
Me voy a dormir, parece que poco a poco se me van ocurriendo más cosas que decir. Qué dolor siento dentro del cerebro en la parte del ojo izquierdo, como punzadas. ¿Será necesario una tomografía de nuevo? Hace unos días me golpeé accidentalmente contra el muro del salón, mientras charlaba de universidades...

Con amor, 

Req.