Fuera de las cosas representativas de las imágenes posteriores en el abstracto de la increíble nada respira una gota de pintura llorando sobre un lienzo bastante abandonado, digámoslo así, bastante solo. Entonces entre el palpitar del vino en las venas que pasean por la sien y un sabor amargo de la gloria y la tristeza y la felicidad hechas un ramo de flores muertas, me pongo a pensar todos los que amo y odio, odio y amo con la sensación más rara que se puede experimentar en la dicha embriaguez. La pasión entre una presión violenta y casi animal de las muñecas, un pedazo de piel arrancada de una mordida y alguien que dice el amor es bueno, es justo y lee el versículo de Corintios, uno de mis favoritos. No hay mucho qué decir al respecto, la noche es joven, los pensamientos son ramas que abrazan con ambición aquella hoja en blanco y de repente nos asfixiamos en imágenes. No recuerdo de qué quiero hablar, no lo sé. No he bebido ni una gota esta noche, todo lo que ha pasado por el camino vacío de la mente, es el producto del pánico de escuchar a mi padre regresar del trabajo y fingir que estoy bien.
jueves, 19 de julio de 2012
Flor De Pánico
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