Ayer por la tarde terminé de leer "Lolita" de Vladimir Nabokov después de una semana (admito que me ha parecido demasiado. Culpo al colegio). Me habían recomendando el libro durante mucho tiempo y finalmente me di cuenta que poseía una colección donde el título brillaba como si fuera escarcha. Lolita... Lolita.
Honestamente ahora comprendo porqué las personas especulaban cosas tan grandiosas sobre la novela. Lo admito, es una belleza, es inolvidable. Una venia para Nabokov y su incomparable genio.
Honestamente ahora comprendo porqué las personas especulaban cosas tan grandiosas sobre la novela. Lo admito, es una belleza, es inolvidable. Una venia para Nabokov y su incomparable genio.
La historia puede parecer controversial y hasta ofensiva para algunos, pero pienso que eso ya es parte de sensibilidades extremas. Humbert Humbert, un hombre ya maduro y siempre atractivo hacia el género opuesto no puede detener esa sensación de placer tan mágica que lo invade cuando mira a chiquillas, niñas de determinadas edades a quienes él llama graciosamente "nínfulas".
Es así como llega a Norte América y conoce a Dolores Haze, Lolita, una niña curiosa y sarcástica que tiene que lidiar con su conflictiva madre, quien termina siendo la esposa de Humbert, maniobra que solo funcionaría para que él pudiera acercarse más y tocar a Lolita, que despierta todo su deseo y lascivia.
Charlotte Haze muere en un trágico accidente después de enterarse de las verdaderas intenciones de Humbert y así, él queda siendo el encargado de Lolita, con quien comienza una relación incestuosa que se moviliza de hotel en hotel, por todo el país, hasta que una situación desafortunada acaba con la fantasía de Humbert. Y yo podría seguir resumiéndoles la historia, pero prefiero detenerme.
"Lolita" despierta en el lector deseos ocultos. Sentimientos oprimidos e imaginaciones que mantenemos siempre escondidas ya sea por temor a la crítica o al siempre presente "posible pecado". Admitámoslo, una relación de un hombre tan maduro que comenzó con una niña cuya edad no pasa de los catorce, es vista ya por todos nosotros como pedofilia. Y sin embargo, después de leer la obra de Nabokov, uno se pone a pensar en los sentimientos del personaje principal, Humbert, y se puede dar cuenta que con el pasar de las hojas, deja de ser un pederasta más, otro pervertido de nuestras pesadillas y noticiarios. ¿Se puede considerar al amor algo sano? ¿Algo siempre benigno, algo lejano de lo peligroso? Quizás, después de leer, uno puede reflexiar también sobre el hecho que el amor es un peligro, a veces una auto-destrucción, una cegera total.
"Lolita" despierta en el lector deseos ocultos. Sentimientos oprimidos e imaginaciones que mantenemos siempre escondidas ya sea por temor a la crítica o al siempre presente "posible pecado". Admitámoslo, una relación de un hombre tan maduro que comenzó con una niña cuya edad no pasa de los catorce, es vista ya por todos nosotros como pedofilia. Y sin embargo, después de leer la obra de Nabokov, uno se pone a pensar en los sentimientos del personaje principal, Humbert, y se puede dar cuenta que con el pasar de las hojas, deja de ser un pederasta más, otro pervertido de nuestras pesadillas y noticiarios. ¿Se puede considerar al amor algo sano? ¿Algo siempre benigno, algo lejano de lo peligroso? Quizás, después de leer, uno puede reflexiar también sobre el hecho que el amor es un peligro, a veces una auto-destrucción, una cegera total.
Recomiendo totalmente ésta espléndida novela. La narrativa tan mágica de Nabokov nos transporta a otro ambiente, nos mantiene como espectadores através de un frágil cristal de una hsitoria inolvidable. Les dejo el inicio, esperando que pueda despertar más curiosidad en ustedes:
"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta:
la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar
para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta.
Era Lo,
sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies
descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando
firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita."
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