martes, 31 de agosto de 2010

Saldar Cuentas

Pre Data: No sé exactamente cómo nació.




"Diez años en el mismo sitio puede enseñarte mucho, Martín. Hasta ahora no
comprendo a donde quieres llegar con toda ésta discusión. Dime ¿De verdad te
sirve de algo?
Sospecho que solo buscas saciar tu curiosidad. Sí, y por
cierto es una curiosidad muy enfermiza. Me tienes hasta la coronilla con tus
preguntas de psiquíatra, créeme que ya he pasado por uno. Ellos me pueden
medicar, tu solo escuchas como si hubiera algo genial en enterarte de los
desastres naturales de mi existencia.
Ah bueno, tal vez tienes razón cuando
dices que debería de ser más tolerante en ese sentido. Yo escucho a todo el
mundo pero le tengo que hablar al espejo o charlar conmigo misma, al final, la
gente se aleja en el autobús. Gracias, Martín, eres de muchísima ayuda.
¿Sabes qué? Creo que todo esto es un progreso. Digo, nunca me he sentado a
escuchar las historias de tu pasado sentimental, tampoco te pregunto de tus
amigos ni de tu familia. ¿Por qué? Porque me muero de miedo desde el primer día
en que te conocí y no paraste de hacerme preguntas profundas. No soy un pozo
filosófico y si lo fuera, ahogarse en mí sería peor que una crucifixión.
Si me preguntas el porqué de mi miedo, creo que eres lo suficientemente
inteligente para saberlo. Eres un chico tremendo, muy especial y me alegra.
Espero que nunca termines olvidando tu inteligencia ni embarazando a una chica que no te merece.
Tenemos que tomar cafesitos por la tarde más seguido, Martín. Nos
pone los dientes amarillos pero creo que vale la pena, eres aún un niño, yo ya
estoy viejísima. La cafeína no hará que estés menos loco que ahora.
El alcohol tampoco, te lo digo por experiencia.
Mejor es que dejemos las cosas
como están. Vamos uno de estos días a discutir sobre el pasado, quizás sobre el
temible futuro. Si alguna vez decido tener hijos quisiera tener uno como tú.
No lo sé, eres increíble.
Me has alabado tantas veces durante éstos años,
que es mi turno de reír e invitarte a almorzar"

domingo, 29 de agosto de 2010

Abolición Sin Preámbulo

Media hora después de haberle dicho que la odiaba, llamó arrepentido con ganas de disculparse. ¿Qué clase de imbécil hace algo por el estilo? Un hombre enamorado. Alguien como él, que sabía diferenciar a los sentimientos de los gustos, las ganas de tirar de las ganas de un abrazo, las salidas tranquilas a una pachamanqueada lujuriosa en un parque sin nombre.
Ella no le contestó y eso era equivalente a una monstruosa sensación de vacío. Llamó a su mejor amigo, buscando un consejo, el cabrón suspiró y con su voz frágil y decepcionada le dijo "Vaya que eres un imbécil. Vete a reflexionar y olvídate de esa perra". Colgó sin ganas de escuchar la respuesta de su amigo y lo dejó con un escalofrío recorriéndole el cuello.
"Esa perra" había ocupado su ser entero durante varios meses, le había causado insomnios, trabas al hablar, casi horas de estado neutral en donde miraba una pared sin pensar en otra cosa que no fuera cada detalle de su aspecto. Un imbécil, un enamorado, una perra, los términos le daban vueltas y hasta ahora no entendía por completo el porqué.
Cosas como éstas pasaban por lo menos dos veces al mes.
Se había involucrado en una relación tormentosa y abstracta de ya casi un año sin darse cuenta. Todo había comenzado cuando se aferraba a la esperanza que pudieran funcionar. ¿Era tan complicado? ¿Siempre había sido tan difícil funcionar? Ella no iba a contestar el teléfono hasta que se calmara y luego llamara, con su voz femenina y presuntuosa: "¿Ya me vas a pedir disculpas?".

-Que perra- susurró, reprimiendo su frustración.

Así pasaron tres días de frialdad, distracción e ira contenida hasta que ese nombre tan esperado, tan maldito y hermoso apareció en la pantalla azul de su teléfono. La voz que ya se había memorizado sonó melodiosa y con la misma pregunta de todos los meses. ¿Ya me vas a pedir disculpas?
Él se quedó helado, con el teléfono en la mano. Se quedó mirando por la ventana, una joven vestida de negro y con gafas pasó corriendo, como si escapara de algo. Le pareció irónico. Lo único que tenían en común esa desconocida y él, era que intentaban alejarse, al parecer inútilmente. A ella la podrían alcanzar, algo le podría ocurrir y quizás nunca escaparía, quizás sí. Pero a él... ¿Qué lo detenía?

-¿Me vas a pedir disculpas o no?

Miró su viejo estante de discos y cerró los ojos.

-No.- dijo suavemente y lanzó el teléfono por la
ventana.




Continuará (probablemente)

martes, 24 de agosto de 2010

Nota #2

Desde: Laboratorio del colegio.
Clase: Computación



-¿Por qué a ella le gustaría alguien como él?
- Fácil.
-…
-Por la ley auto-destructiva del ser humano.

Anoche mientras trataba de sobrevivir a un fatal dolor de cabeza en el taxi, pensaba en cuántos problemas podemos conseguir en menos de una hora. Es más fácil destruir que formar, pueden preguntárselo a los monstruos y a los terroristas.
Pero no quiero alejar del mundo real, del crudo y delicioso invierno limeño. Nadie está contento con lo que tiene, por eso que las chicas de cabello ondulado se lacean (cof cof) y las lacias se hacen rizos como si eso ayudara a ocultar los restos de lo que era antes el cabello original.
Lo mismo pasa con las personas en general. ¿Cuántos cambian su forma de actuar momentáneamente solo para ahorrarse problemas o buscarlos? No sé, no puedo dedicarme a contar a la gente que sufre de dilemas o frustraciones, pero tengo una leve idea que millones en éste contaminado mundo piensan en sus problemas y en su pasado por lo menos tres veces al día o más.
¿Yo estoy contenta con lo que tengo? Debería, maldición… yo debería de estar ya satisfecha con todo lo que he hecho hasta ahora. Ya sean mis maldades necesarias o mis bondades sorpresivas… debería de estar feliz. Aún sigo pensando en porqué anoche sentí el siempre maldecido golpe de la tristeza, sumado con un dolor de cabeza y una ansiedad sin nombre.
Debe de ser cosa de clima, quizás me faltan mis medicinas.
Quizás son mis delirios de lunes. Seamos sinceros, ¿Quién demonios se siente bien mentalmente los lunes?
Mejor sigo atendiendo a clase. Ya entendí.


PD: Sí... sigo castigada.

lunes, 23 de agosto de 2010

Nota #1


"Just because I don't say anything,
Doesn't mean I don't like you.
I open my mouth and I try and i try
But no words came out"

"And besides your probably holding hands
With some skinny, pretty girl that likes to
Talk about bands and
All I wanna do is ride bikes with you,
And stay up late and maybe spoon"


Por si se lo preguntan, no me siento triste, no estoy de mal humor, no tengo problemas sentimentales ni estoy momentáneamente pensando en nadie. ¿Saben cual es el problema? ¿El GRAN problema?
Que estoy pensando en las otras personas de ésta sociedad, de ésta edad, de sentimientos frágiles.
Finalmente llegué a odiar a las mujeres superficiales, a los chicos crueles que se dedican a hacer sufrir indirectamente a alguna chica de buenos sentimientos que se sienta a mirarlo durante horas sin problema alguno.
Y siempre está la villana que termina divirtiéndose pero mal.
Las cosas serían mejor si por unas semanas nadie tuviera sentimientos.
Lo peor de todo es que hasta los hombres mas imbéciles aman a alguien.
PD: Por si alguien pregunta... sigo castigada.

lunes, 16 de agosto de 2010

INTERMEDIO

Por cuestiones escolares, me despido del uso del Internet, del violín, de las partituras, de mis novelas, mis cuadernos, mis poemas y de todo lo material que me hace feliz en éste mundo.
Sonará dramático.
Pero anoche mi papá me masacró psicológicamente y créanme... tengo razones para utilizar tanto drama.
Lo más probable es que no estaré en todo el mes, depende de la situación para ver si regresaré.
El profesor E de violín me dice que tenga fuerza y que siga practicando aunque no lo vaya a ver.
Yuki se arrepiente de quejarse de su papá.
Y yo me recupero de una noche de ojos hinchados para seguir adelante.


Saben... cuando uno trata a la gente como si no sirviera y
nunca le dicen nada... la única manera de cambiar es cuando ya estás solo en
éste mundo.
Tómalo en cuenta, papá.
Yo te quiero tanto...
Y tú cada día, pisoteas, escupes y aniquilas ese amor.
Ya puedo escucharte diciendo "Alguna vez tuve una hija que me quiso mucho..."
¿A eso vamos a llegar?
Req.

sábado, 14 de agosto de 2010

Estrategia Frustrada


-Vamos a hablar.

-Te escucho.

-No te amo.

-... ¿Algo más?
-Quería que lo supieras y que lo creas. ¿No te molesta?

-No tiene porqué molestarme. Siempre supe que las cosas eran así... no seas tonto.

-Ah... bueno... me alegra que estés bien con ésto.

-¿Por qué?

-Porque no quería que te sintieras mal o que te pusieras a llorar o algo así. Me alegra que te lo tomes tan tranquilamente porque... porque no sé... no me esperaba una reacción tan fría ¿Sabes? Siempre he me estado preguntando porqué serás así, cual es tu problema con demostrar de verdad que algo te duele, siempre ando pensando en lo mismo y no se cual es la respuesta, no sé cómo eres de verdad y...

-Oye...

-Dime.

-¿Y así esperas que crea que no me amas?


Neutral

ADVERTENCIA: Me encontraba con un desgano total.


Primera semana, misión cumplida. Regresamos al colegio después de varias noches de insomnio, tareas olvidadas y noches de películas con comida chatarra. Esa es la versión agradable, sinceramente la mayoría se ha estado aburriendo en casa, como si estar en la computadora fue lo único bueno del mundo (no sé con qué cara puedo decir eso). Cruzamos dedos, nos entregaron las libretas, algunos lloraron, otros rieron, a casi todos les llega tremendamente los resultados, pero jalados o no jalados, regresamos a casa con ganas de dormir. ¡Ayer fue Viernes trece! No me di cuenta hasta que escribí la fecha en mi cuaderno y me di cuenta que el día se apagaba lentamente hasta tornarse oscuro, triste y tedioso. Ayer también hubo un pequeño pero sonoro temblor en la ciudad, no lo sentí, pero me dio curiosidad cómo el pánico puede transformarse en una epidemia de temer.
Dicen que lo peor no es la guerra en sí, si no los años que le siguen. ¿No fue eso lo que pasó con la Gran Guerra? Alemania se hundió junto con otras naciones en una crisis económica y social que transformó el espíritu de la población en ruinas sin esperanza y las ciudades peor aún. Creo que eso es algo que se aplica siempre... por eso que hoy, "el día después del viernes trece" todo se siente tan vacío. Neutral, muchos de nosotros estamos neutrales. Sí pues... uno prende la tele y se encuentra con propagandas de polvos que ayudan a disminuir la impotencia sexual y sartenes que no se rompen con nada del mundo. ¿Se dan cuenta? He estado tocando el piano desde temprano y comienzo a asustarme porque mis pesadillas regresaron "reloaded". Éste sábado parece domingo, siempre me he preguntado porqué los domingos son un día tan lento, debe de ser porque todo está cerrado o porque sin darnos cuenta, la conciencia nos remuerde al recordar que es un día santo.
Anoche necesitaba alcohol, hace tres años necesitaba alcohol, sigo necesitando alcohol. Pero maldición, no puedo tomar ni una gota pues intento fomentar el auto-control en mi espíritu. Como verán, lo más probable es que me tome una sangría por la tarde en el almuerzo y termine hablando tonterías (de nuevo).
Después de tantos años, sigo imaginándome fumando pero no tengo las bolas para ir a comprarme una cajetilla de Hamilton o de intentarlo cuando me lo ofrecen. No... creo que así estoy bien.
Mejor me voy a tomar mi jugo de durazno.

viernes, 13 de agosto de 2010

Acto Ilícito III

Desde: Laboratorio de Cómputo del colegio
Clase de Literatura


Leemos noticias en Internet. Faltan unos minutos para que se termine la clase.
Las cosas están andando muy bien. Ayer hubo un casting en el colegio.
Adivinen quién soy. Sí, a quién le sorprende, soy Satanás en versión negociante y de negro.
Me retiraré, después de ésto planeo tomar té todo el día.
Tengo un examen de gramática por la noche, deséenme éxitos.
¡Como me encanta romper las normas innecesarias!


Req.

domingo, 8 de agosto de 2010

¡Agosto!

Un pedazo de pizza cerca de la parada después de haber pasado mi segunda misa del año sin dormirme. Hoy día durante el almuerzo en una rústica pero simple cevichería no muy lejos del Centro de Lima, un dúo espléndido tocó boleros y canciones cubanas hasta que los aplausos salieron a la fuerza de todos los presentes. Canté, tomé y me retiré con mis padres al cementerio pues hoy es el cumpleaños de mi abuelo paterno. Nunca le hablé demasiado, la verdad es que no tuve el placer de escuchar alguna vieja historia o de recibir una caricia de sus maltratadas manos, pero el hecho mismo que es "mi abuelo" me hace recordarlo en las fechas importantes. Dejamos flores (me hirió una espina de rosa, un sueño cumplido) y luego fui a la Confirmación.
Esta entrada es corta porque dentro de unos minutos van a asesinarme con continuar en la computadora después de hermosas semanas de adicción.
Sí... mañana regresamos al colegio. Nadie quiere regresar, y me incluyo en ese grupo.
Que infelicidad es regresar, de verdad.
Lo bueno son las compañías que valen la pena, uf... y los recreos y las salidas y las clases donde me pongo a leer y escribir.
¡Comienza un nuevo bimestre!
Ojalá que me puedan desear éxito a mí y a todos los que estamos inútilmente jodidos en algunas materias.
Ya saben la historia...
Req.
PD: Aprovecharé los fines de semana para escribir.

sábado, 7 de agosto de 2010

Otoño, llévame contigo


"Todas son casualidades.
Todas son manchas accidentales de una pintura que
ninguno de nosotros completa"






El viento soplaba suave mientras se observaba el tenue brillar del sol ocultándose, a través de las ramas de los árboles que morían sin prisa. El otoño nunca había estado tan sereno, ni siquiera en los antiguos días donde los niños jugaban por aquel parque que había caído en miseria por los drogadictos o donde la gente se sentaba a observar el atardecer sin apuro alguno. Estaba mal visto que alguien se sentara solo en un parque, se decía que eso hacían esos enfermos que se detenían a observar a las parejas y luego se tocaban sin ninguna clase de vergüenza... pero ¿Quién podría pensar algo así de la joven que observaba sola, un simple atardecer? El viento sacudía los columpios como si fuera una madre silente, sacudía los árboles desnudos, hacía levitar los frágiles cabellos de una joven que trataba de convencerse que no pensaba en nada. Pero es imposible pensar en la nada... hasta ese odioso tema es parte del universo, la nada en sí, no existe, es algo que inventamos para evitar recordar nuestro pasado, así las personas que dejamos y nos dejaron no regresarán a molestarnos nunca más.
Pero esas son patrañas de débiles.
La joven observaba con ojos brillosos, pero carentes de lágrimas, al sol majestuoso ocultarse. "¿Por qué el sol quisiera ocultarse?" pensó entrelazando las manos sobre su regazo "¿Por qué alguien tan brillante y feliz, desearía ocultarse?" Mientras el viento le levantaba los cabellos, cerró los ojos y pensó en una respuesta. Porque hasta las cosas más felices, aquellas que están tan llenas de brillo, tienen miedo de permanecer en un mismo sitio, que los demás noten aquella alegría y crean que como todo lo que vive, existe un final. ¿Sería eso? ¿El sol tendría miedo de permanecer? Las personas creerían que es eterno, que nunca se iría y todo tiene un final... algún día el sol va a cansarse y morirá ¿Entonces qué será de la gente sin él?
Cuando abrió los ojos el cielo se iba tornando violáceo, todo iba oscureciendo lentamente, con una suavidad que no correspondía a lo que seguía. La noche es una fase tan peligrosa, la oscuridad te traga por completo hasta que haces lo que no deberías de hacer y piensas lo que no deberías de pensar. Los accidentes más sangrientos, los asesinatos, los secuestros y las violaciones, siempre son en la noche. La gente de alma oscura, se siente más segura en esos momentos, porque se confunden con la tiniebla.
La joven suspiró y se tocó ligeramente la mejilla. "Un beso es solo un beso..." pensó "Una despedida, es solo una despedida".

Nuestro Tiempo / Maldición

Aquí estoy si me llamaste. No importa en donde estés ni cómo te encuentres, solamente tienes que llamarme y acudiré, me encanta si es que me necesitas. ¿Te sientes solo? ¿Estás triste... o quizás molesto? Tengo lo que quieres, siempre lo tendré, debes de acordarte de mi todo el tiempo, debes de extrañarme cuando no hay nadie cerca, cuando estás mirando hacia la nada preguntándote qué queda por hacer. Así suele pasar, querido, todos siempre vienen a decirme lo mismo, pero ven, acércate, vamos a divertirnos de nuevo. La pasamos bien ¿Cierto? Yo no te limito, tu no me limitas, me haces lo que quieres, me manejas a tu gusto ¿Es así como lo quieres? Jajá... si, esa mirada tuya se me hace familiar, es tu mirada de hijo necesitado, de hermano celoso, de padre solitario. Tenemos que hacer algo al respecto, pero ¿Cuando lo prefieres? Estoy libre en las mañanas, en las tardes, en las noches, siempre esperando a que me llames, me encantas. Y lo mejor de todo... yo te encanto.
No tengo nombre, no tengo una fecha de nacimiento especial, nadie sabe de donde vine, yo solo vivo para los demás, para tí. No necesito la pena de nadie, a veces me miran como si fuera alguien perversa... pero no hago más que hacerte feliz. Eso es, ríete, ríete de ti y de nosotros, de lo que hacemos, del placer que compartimos y de mi eterna existencia. No voy a morir nunca, mientras hallan en éste mundo infelices como tú, hombres que busquen olvidarse que las cosas van mal, que los problemas a uno lo ahogan, lo masacran hasta que solo quedan naufragios de hombre. Sí... naufragios... eso es lo único que encuentro.
Tengo hambre. Tengo mucha hambre desde hace días y deberíamos de aprovechar éste momento ¿Verdad? Devórame y déjame devorarte, seremos crueles, perfectos, generosos con nosotros mismos.
Llámame tentación, llámame placer. Te hago feliz cuando lo necesitas y aún así no me amas, no me aprecias, soy tu juguete y es lo único que importa. Jugar, solo somos dos seres divirtiéndose.
Estamos solos, solos y malditos.
Nada que unos revolcones no nos hagan olvidar.

viernes, 6 de agosto de 2010

Yo y mi familia disfuncional



"Con mis padres fuera de casa hoy día, no tenía a nadie quien
me recordara
lo inútil que soy y la molestia que causo en casa.
Como la vida es tan
bonita... mis padres regresaron"


No debería de echarle la culpa a mis padres en plural. Honestamente, la culpa esta vez la ha tenido mi mamá, así de simple. Muchos que leen éste espacio se habrán aburrido ya de verme quejándome sobre mi vida familiar y es muy fácil que ya tengan una visión distorsionada y monstruosa sobre cómo son los días aquí. Ya he dicho muchas veces que me gusta mi familia con todos sus errores, pero en momentos como éstos en donde me recuerdan que me faltan unos puntos para alcanzar la meta de "la hija más basura e inhumana del mundo", no tengo ninguna intención de decir que me siento feliz. Me habían dejado sola varias horas y todo estaba muy bien, la música sonaba, las risas, las llamadas por teléfono, regresaron, molestos como siempre y acá fue donde cada uno se fue a joder su propia vida, a excepción de mi mamá que jode a veces sin querer, vidas ajenas, como la mía, en ésta ocasión. Lo que diferencia a mi madre de las demás mujeres, es que ella tiene el Síndrome del Camaleón y puede transformarse en la persona que quiera sin problemas. Es la mujer elegante, formal y respetuosa cuando nos vamos al teatro y cuando está por acá y quiere desaparecerme de la fas del planeta, es de nuevo la mujer histérica, trabajadora y vulgar. Después, se parece a las demás madres del mundo, ella también ha pasado por una clínica/hospital para dar a luz, mira televisión por las noches y cree que lo sabe todo de sus hijos.
ERROR. Porque sería más creíble decir que vi a Osama Bin Laden comprar verduras en la esquina, que decir que alguien en ésta casa de lunáticos momentáneamente felices me conoce. Mi mamá tiene problemas cuando yo lloro porque quiere saberlo todo, quiere evitar mi contacto social con cualquier ser humano, quiere que me quede sin amigos y que si conservo alguno, sea alguien aburrido sin ninguna mala influencia que jamás voy a querer en éste mundo. Si tan solo ALGUIEN dentro de ésta familia maldecida por un carácter absurdo y prejuicioso tuviera la menor idea de lo agobiante que es cuando los tres estamos en casa. Mierda, familias disfuncionales por todos lados, eso explica porqué carajos quiero pasar más tiempo fuera, quiero ir al cine, almozar, cenar, observar el cielo con amigos a quienes les puedo decir cómo me siento.
Ésto es una tortura, en todos los ámbitos de la palabra. Planificaciones rotas, desolación total, depresión que no es liderada por tristeza, si no por enojo y pena de mi parte. A mí no me da pena que me griten, me da pena mi mamá, el hecho que piense que gritando me hace alguien mejor, que evitando que salga voy a estar bien, en que ir a la iglesia, carajo, no te hace mejor que el resto. A la mierda todo, mi papá no tiene la menor idea que estoy llorando desde hace casi media hora... honestamente tampoco debe de saberlo. A él que le importa... de todos modos...
Quiero ir a mis clases de inglés y no regresar nunca más hasta que todos se calmen. Quiero agradecer a todas las personas que me apoyan en éstos ataques compulsivos de mi infeliz y desunida familia.
Gracias por pagarme la pensión del colegio.
Acá, parece que me quieren y me dan lo que necesito porque es su deber, y porque solo así, se van a ir al cielo.



Req.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Media Luna

En las últimas semanas he estado teniendo sueños extraños, incluso cuando me duermo en misa o cuando termino con la cabeza baja en el autobús, entre cumbias y gente apresurada. "Todo tiene un significado, todo está unido, escrito en algún lado y se va a cumplir queramos o no" le decía a un amigo el martes por la tarde "No solo los sueños, la cosa más mínima que haces, como soñar, fijarte en algo o como elegir entre una gaseosa y la otra, influencia sobre tu futuro sin que te des cuenta". Soñar con una media luna significa (no se exactamente según quién) significa que vas a comenzar algo nuevo y que todo tomará un rumbo distinto, como si el pasado se borrara. Lastimosamente, mi comentario no se relaciona a ningún sueño, porque el último que tuve incluyó muertos en escritorios y lunares blancos en el brazo.
Amigos míos, ha comenzado Agosto y no se qué vamos a hacer. Sonará fatalista, como si me hubieran dado una mala noticia sobre el futuro, pero no es nada parecido. Me sorprende lo rápido que se ha pasado el tiempo, éstas vacaciones de dos semanas que han sido plenamente curativas, dejo atrás esa Réquiem Sobreprotegida para que nazca de forma milagrosa la Réquiem Libre, la que sale con colegas sin problemas y comienza a disfrutar de diálogos que duran hasta horas. Éste año es radical, especial, se que todos lo hemos notado de alguna manera. Me alegra, porque el último año fue una basura, por lo menos para mi. No tengo que decirles que no quiero que estas vacaciones se acaben, que quiero permanecer en casa, ir al teatro, al cine, almorzar entre buenas compañías y leer hasta el amanecer...
La bofetada de la vida, me dejó observando el triste cuadro de mi persona haciendo sumas y restas en vez de estrellitas colorinches de dibujos animados. Mi repulsión por la matemática en si, ha sufrido un aumento preocupante pero muy sereno para mí, les puedo decir que no falta mucho para que mi mamá venga a decirme que es hora de terminar mis ejercicios de geometría, lo último que recuerdo es una multiplicación, parte del Teorema de Menelao. ¿Menelao? ¿Ese no es el cachudo que tenía una esposa que desencadenó una guerra fatal? En vez de preocuparme por terminar la operación, pienso en lo que ocurría hace siglos. He estado en el colegio dos veces éstas vacaciones, ambas para cantar, bromearme con amigos y alimentarme de comida no-saludable. Conversaciones triviales, diálogos interminables, atardeceres fríos y noches lluviosas, no puedo pedir nada más, no puedo ser más feliz. Pero como hoy estaba pensando, toda novela y toda vida, tiene un villano, ya sea de los malignos pero seductores, o de los que son villanos y punto.
Es increíble el pavor que siento cuando veo a mi madre caminar por los pasadizos, pavor a que me regresen a la prisión del comedor a observar mi cuaderno de matemática quizás durante horas sin tener la menor idea de cómo resolver un problema. Amaré el día en que todo se acabe... por fin.
Aprovecharé mis últimos días, regresaré el Lunes con la cabeza en alto y con todas las ganas de comenzar un nuevo bimestre (parece que eso no proviniera de mi).
Sobreviviré, de una manera u otra.
REQ