jueves, 29 de noviembre de 2012

Anagnórisis

El día que comprendas, 
de terrores anónimos
de catres temblorosos
de sangre en la cara
de órganos enfermos 
de ojos ajenos
de cartas huérfanas 
de silencios cristalinos 
de cuerdas ensangrentadas
de espasmos nocturnos 
de lágrimas desnutridas
de atardeceres cancerígenos
de ciudades grises 
de guerras sedentarias 

podrás regresar 
y escribir sobre mi frente
con la ingeniudad de siempre
que todo fue una exageración



1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen poema.