Sentía los 29ºC de un sábado que había pasado volando totalmente. Sentadas en un asiento macizo y casi hirviendo, debajo de una refrescante sombra, practicábamos sobre lo que ocurría. Confesiones, pesadillas, opiniones y planes para el futuro.
Observé algo que ocurría afuera, en el parque. Pensé que era una manifestación... hasta que aguzé la vista y entonces me puse de pie, poniendo una pausa a nuestro tema de conversación.
Corrí hacia la reja y luego me cogí de los fierros, tratando de mirar mejor lo que estaba pasando.
Cinco personas sostenían carteles y recorrían la calle, mostrándoselos a cada persona que veían. Uno de ellos grababa todo lo que pasaba y sonreía ampliamente.
Los carteles, expresaban frases escritas con crayones de colores.
- ¡Sonríe! ¡Sé feliz!
- ¡Estas vivo!
- Mañana ¡No! Hoy día ¡Sí!
- Sonríe. Hoy es tu día.
Me alejé de las rejas cuando desaparecieron entre las calles. Y mientras regresaba, pensé un poco que quizás tenían razón.
Nuevamente, otra coincidencia me da ganas de seguir viviendo.
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