domingo, 26 de septiembre de 2010

Homicidio / Ámame

"No puedo deshacer todo lo que hice en el pasado. Tampoco puedo quedarme sentado a esperar que regreses o des señas de vida. Solo puedo pedirte cada mañana que por favor te detengas. Yo no quise que ésto pasara y lo sabes muy bien. Gracias por curarme, por tratar de arreglarme a pesar de los años y mis errores de hombre estúpido.
Porque soy un estúpido, lo admito.
Todas las mañanas te veo despertar y lloro, porque ya no dices tus bromas de antes, ya no ríes, ni bailas en el balcón los domingos.
Estás muerta.
Perdón. Solo pido eso de ti. Aunque digas que todo está bien, se que no es cierto. Te he perdido, pero continúas a mi lado, siempre firme, tragándote tu pena en una sonrisa forzada y dolorosa.
Detente.
Me tienes tanta pena que te quedas. Me odias tanto que me condenas a verte fría y vacía por el resto de mis días. ¿Ya estás feliz, Amelia? Ya me has visto llorar, besarte las manos e implorarte por una, solo una, palabra gentil.
Entiende que a ella no la amo.
Todo fue un error, deja de decirme que no importa y que todo estará bien, porque nunca lo estará.
Te estás muriendo, Amelia.
Y no puedo hacer nada por ti, salvo observarte y por siempre llorar.
Lamentarme..."

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