domingo, 26 de septiembre de 2010

Bolo Alimenticio

Escrito: 10 de septiembre


Nadie llega temprano porque no tiene nada que hacer. Nadie llega temprano por error ni tampoco busca envejecer con el desolador pasar de los minutos.
Nadie busca de verdad la muerte.
Pero peor que aquello, nadie busca la vida.
Nadie planea una vida desde el comienzo. A todos nos manipulan, nos forman y finalmente nos hacen polvo, solamente polvo. Lo más curioso es que nadie desea sentir. Nacemos sin saber lo que es el dolor ni la alegría, simplemente sobrevivimos, experimentamos con lo desconocido porque no tenemos opción.
Nadie pasa por el mismo camino por casualidad. No planeamos, no conseguimos por completo lo que deseamos y así las cosas continúan en un equilibrio sin un equilibrio del todo.
Yo no me encuentro aquí porque haya estado de verdad planeado por mi. Hace quince años no deseaba desde el vientre sentarme a escuchar a la gente vivir, mientras espero a que suene el timbre. No he planeado congelarme y fundirme con las sombras de esas personas que corren, tienen mi edad y ríen de cosas que nunca me ocasionarán gracia alguna.
Yo no desee ser invisible y al mismo tiempo, extraña. Como un fantasma chillón, una avestruz voladora sin pigmentación en el organismo.
Nadie sabe qué está esperando. Yo no se que estoy esperando en un lugar como éste.
Solo me imagino corriendo, huyendo de aquí cuando vea lo que no quiera, cuando sienta lo penoso. El dulcesísimo dolor de una llegada inesperada .
Sinceramente hace mucho frío.
Y sin embargo me niego a abrigarme, a pensar en cosas tibias con la misión de sanar, de engendrar hijos que nunca serán míos, niños tristes e insensibles con manos frías y miedo a pensar.
Pensaren que nadie nunca deseó pensar.

-Hola
Levanté mis exhaustos ojos.
-Hola
-¿Por qué la soledad?
-Porque es buena compañía.
Y a pesar de todo no pude correr. Ni tampoco pensar en si era hora de irme.
Porque nadie desea nunca irse.
Nuestra enigmática ingenuidad que nos trajo a éste mundo nos arrastra a la muerte, indecisa, con el mismo cariño.

No hay comentarios: