jueves, 30 de septiembre de 2010

¡Necesito Oxígeno!

Me duele el hemisferio izquiero del cerebro. El artístico. Todo de repente bajó un tono y ahora medito, carente de un estado de ánimo definido.
¿Saben qué?
Cuando una persona es agresiva sin razón alguna...
nunca, bajo ninguna circunstancia, debe de esperar una reacción positiva.
Y mucho menos de una paranoide como yo.



"...maybe I'm just a good hater"

miércoles, 29 de septiembre de 2010

¡Orates!

Solo para la morbosa curiosidad de todos los que esperaron por mi relato, el centro psiquiátrico donde me mantuve estaba tremendamente lejano del abuso y los golpes. Las enfermeras no nos manoseaban ni tampoco nos daban manguerazos de agua helada. Eso es medieval, olvídenlo, por si están esperando algo así de perturbador les cuento que se van a morir de ansisas y solo de ansias, pues no va a llegar.
El centro psiquiátrico donde me quedé durante medio año no tenía absolutamente nada de monstruoso. De alguna manera, fue una clase de paraíso muy abstracto. Les cuento que la cosa fue muy sencilla, solo ingresé a finales de diciembre después de una bonita navidad llena de regalos, materialismo, bengalas y libros nuevos. Sacaron el nacimiento tres días después de que me fui. No tienes que ser mayor de edad ni estar loco de remate para entrar en un centro psiquiátrico, esa es otra idea medieval e ignorante que las personas se llevan por culpa de Hollywood.
Honestamente, los locos, "los que estamos locos" seamos quizás compañeros más interesantes para dialogar. Por decir que allá adentro no existen los holas ni mucho menos la pregunta de cómo te encuentras, que bonito clima, jaja, estás loca. Esas cosas son con los terapeutas, pero entre pacientes no hay presentaciones. Se sientan a tu lado, te preguntan qué haces acá o de frente te comentan algún episodio traumático de sus vidas, nunca es lo mismo. Nunca hay tres personas que intentaron matarse ni dos que consumieron pastillas con alcohol. Sonará como una situación clásica pero no, todas tienen maneras distintas. No es como los centros de rehabilitación para drogadictos, allá casi todos fueron influenciados por los mismos malos amigos y demás hijos de puta que les inyectaron porquerías.
Los que estamos en centros psiquiátricos todo el verano somos menos dañinos que aquellas personas. En ese lugar todo es blanco o de color pastel, colores sanos, como los de las habitaciones de los bebés, es por eso que el ambiente se siente tan tranquilo, por lo menos hasta que alguien comienza a gritar o llorar. Allá conocí a Allison y a su esquizofrenia que venía con un curioso complemento de peluches destrozados, guardaba a aquellos monstruos destripados como recuerdo de su antigua vida, antes que sus padres decidieran internarla. "Medio año no es nada, Bárbara. Las cosas son así ¿Y tu qué demonios...?" Yo, como toda paranoide, solo tenía que continuar con la historia y comer uvas verdes por las tardes, en la sala de estar.
Fue una experiencia inolvidable. Hice muchas amigas, aunque suene extraño. Cuando salí fue como haber estado en otra dimensión durante una vida entera. Afuera mis viejos amigos me miraban extrañados, quizás con miedo de visualizarme con una camisa de fuerza y el cabello hecho un nido de arañas cada vez que me saludaban en el colegio.
Los profesores sin embargo se mostraron muy comprensivos. La loquita acaba de regresar, tengan un poco de paciencia, señores...
Y yo, como toda paranoide, solamente resolvía más ecuaciones en la pizarra, con las orejas quemándome y las imágenes de los monstruos de Allison aun dando vueltas en mi mente.
Nada como estar en casa.

martes, 28 de septiembre de 2010

Nota #3 [ Fugaz ]

¡Se acabaron los exámenes de matemática!

¡Mañana es un examen de física increíblemente importante!
Deséenme mucho éxito.

No saben qué genial es estar en casa.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Homicidio / Ámame

"No puedo deshacer todo lo que hice en el pasado. Tampoco puedo quedarme sentado a esperar que regreses o des señas de vida. Solo puedo pedirte cada mañana que por favor te detengas. Yo no quise que ésto pasara y lo sabes muy bien. Gracias por curarme, por tratar de arreglarme a pesar de los años y mis errores de hombre estúpido.
Porque soy un estúpido, lo admito.
Todas las mañanas te veo despertar y lloro, porque ya no dices tus bromas de antes, ya no ríes, ni bailas en el balcón los domingos.
Estás muerta.
Perdón. Solo pido eso de ti. Aunque digas que todo está bien, se que no es cierto. Te he perdido, pero continúas a mi lado, siempre firme, tragándote tu pena en una sonrisa forzada y dolorosa.
Detente.
Me tienes tanta pena que te quedas. Me odias tanto que me condenas a verte fría y vacía por el resto de mis días. ¿Ya estás feliz, Amelia? Ya me has visto llorar, besarte las manos e implorarte por una, solo una, palabra gentil.
Entiende que a ella no la amo.
Todo fue un error, deja de decirme que no importa y que todo estará bien, porque nunca lo estará.
Te estás muriendo, Amelia.
Y no puedo hacer nada por ti, salvo observarte y por siempre llorar.
Lamentarme..."

Bolo Alimenticio

Escrito: 10 de septiembre


Nadie llega temprano porque no tiene nada que hacer. Nadie llega temprano por error ni tampoco busca envejecer con el desolador pasar de los minutos.
Nadie busca de verdad la muerte.
Pero peor que aquello, nadie busca la vida.
Nadie planea una vida desde el comienzo. A todos nos manipulan, nos forman y finalmente nos hacen polvo, solamente polvo. Lo más curioso es que nadie desea sentir. Nacemos sin saber lo que es el dolor ni la alegría, simplemente sobrevivimos, experimentamos con lo desconocido porque no tenemos opción.
Nadie pasa por el mismo camino por casualidad. No planeamos, no conseguimos por completo lo que deseamos y así las cosas continúan en un equilibrio sin un equilibrio del todo.
Yo no me encuentro aquí porque haya estado de verdad planeado por mi. Hace quince años no deseaba desde el vientre sentarme a escuchar a la gente vivir, mientras espero a que suene el timbre. No he planeado congelarme y fundirme con las sombras de esas personas que corren, tienen mi edad y ríen de cosas que nunca me ocasionarán gracia alguna.
Yo no desee ser invisible y al mismo tiempo, extraña. Como un fantasma chillón, una avestruz voladora sin pigmentación en el organismo.
Nadie sabe qué está esperando. Yo no se que estoy esperando en un lugar como éste.
Solo me imagino corriendo, huyendo de aquí cuando vea lo que no quiera, cuando sienta lo penoso. El dulcesísimo dolor de una llegada inesperada .
Sinceramente hace mucho frío.
Y sin embargo me niego a abrigarme, a pensar en cosas tibias con la misión de sanar, de engendrar hijos que nunca serán míos, niños tristes e insensibles con manos frías y miedo a pensar.
Pensaren que nadie nunca deseó pensar.

-Hola
Levanté mis exhaustos ojos.
-Hola
-¿Por qué la soledad?
-Porque es buena compañía.
Y a pesar de todo no pude correr. Ni tampoco pensar en si era hora de irme.
Porque nadie desea nunca irse.
Nuestra enigmática ingenuidad que nos trajo a éste mundo nos arrastra a la muerte, indecisa, con el mismo cariño.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Caramel Poison

Esas muestras de cariño no significan nada y nunca lo harán. Tampoco las palabras al atardecer, los escalofríos debajo de los árboles ni las cartas nocturnas. No significan nada y aunque lo sabes, vives preguntándote cuánto falta para él día siguiente, cuando te dirán una verdad que no existe.
Perdóname, pequeña, pero sabes que todo ésto no significa nada. Quizás fue culpa de ustedes dos, por decidir vivir la vida como un parque de diversiones, alimentarse de algodón de azúcar el resto de la semana y olvidarse que existe un mundo macizo, frívolo y libre en donde tienen que vivir, les guste o no.
Se olvidaron de quienes eran y por eso lloraste cuando menos lo esperabas, sonreíste cuando no debías y te quedaste ahí, sentada debajo de un árbol crepuscular como si fueras una estatua. Y yo te observo y pienso ¿Por qué?
Si eras tan feliz, tan reflexiva, tan diferente a las demás... quiero saber, pequeña ¿Por qué?
¿Quién te mandó a amar?
La respuesta es nadie. Y eso es lo peor de todo. Te las buscaste y al final encontraste ese "aquello" que te hacía menos o quizás más humana que el resto. Lo que te dije siempre: amar no tiene nada de glamoroso, nada de dulce, nada organizado.
Me di cuenta desde la primera vez que me hablaste de él y me lamenté que ésto pudiera ocurrir. Ahora te veo llorar y los quiero matar a los dos, a ti por creerle y a él por jugar, por ser tan cruel, por superar los límites de insensibilidad.
Yo soy insensible, pequeña, íbamos a ser insensibles las dos y todo se acabó por las tardes otoñales en sus brazos, las risas estruendosas entre calles luminosas. Por esa diáfana tranquilidad que inundaba tu joven corazón cuando lo veías aparecer, siempre pasivo, siempre desordenado y al mismo tiempo pulcro, como la encarnación de tu sueño. Jódete. Jódete porque tu sabías que ésto iba a ocurrir y porque no te importo. Te creíste los piropos, los halagos y las despedidas de media hora bajo un clima terriblemente frío.
Íbamos a aprender a recorrer ésta vida sin problema alguno, a no dejar que nadie nos tumbara nunca, nada ni nadie. Todo queda como un eco, pequeña ¿Te das cuenta?
Y sin embargo yo me quedo a tu lado, consolándote, viéndote llorar amargamente e insultando a toda la humanidad, pero por sobre todas las cosas, a ese imbécil que te hizo sentir especial.
Han pasado solo unos meses, tú te derrumbas y él continúa viviendo.
Tranquilo, pasivo, desordenado y aún pulcro. Ya lo sabes, ya lo sabemos los tres...
Deseo que sanes, pequeña, que vuelvas a reír y dejes de mirar al suelo, a la nada, deseando inconscientemente que él aparezca. ¡Tenía en fe en ti! ¡Tenía fe en que no ibas a creerle! !Yo la tenía!
Yo te tenía amiga mía, siempre protegida de éste mundo perverso.
Y simplemente me reemplazaste, por un príncipe mediocre y adicto.
Por un paseo destructivo en un carrusel románticamente suicida.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Ansias Desviadas

"Voy a buscarme una novia para éste verano. Sabrá tocar el
piano a la perfección. Tendrá manos suaves, dedos largos y uñas brillantes.
Ella sabrá tocar todas las marchas posibles, los nocturnos de Chopin que siempre
pasan en Radio Filarmónica por las noches e inclusive salsa vieja. Mis
padres la amarán incondicionalmente, la verán comer de manera elegante por la
noche y pensarán "Ojalá que mi hijo se case con ella". Va a tener los ojos
preciosos, siempre brillantes y grandes hasta el límite de hipnotizarme sin
necesidad de poseer una magia.
O quizás sí la tienen.
Ella va a sonreír como un ángel. Sin enseñar los dientes,
siempre con sus labios suaves cerrados casi en forma de un corazón inmortal.
Tendrá un pequeño lunar en su mejilla izquierda, blanca y tibia, como si
estuviera hecha de una conmovedora nieve dulce. Se reirá de mis bromas y me
insultará cuando me porte como un imbécil, me ofrecerá una sonora cachetada
cuando meta la pata y me morderá cuando de noche haga un calor infernal.
Va a tener piernas largas, muslos consistentes y siempre
estará arreglada, mas no fosforescente. La mirarán siempre cuando camine por la
calle, porque tendrá una belleza extraña. Compramos discos juntos, discos de
Chopin para que toque más valses y nocturnos. Iré a sus conciertos, ella me
abrazará al final de la presentación, presumiré que soy el hombre más feliz del
planeta tierra..."


Para éste verano voy a tener una novia que sea como tú. No importa si paso el resto de los veranos buscando.
Voy a encontrarla, debajo de un árbol otoñal, parecido al que nos acompañaba cuando nos despedimos. Ella va a estar allí, como si hubiera esperado toda la eternidad mi llegada.
Será como tu.
Y sin embargo nunca podrá igualarte por completo.

martes, 14 de septiembre de 2010

Ocioide

Escuchando heavy metal y escribiendo en mi tiempo libre
dentro de territorio escolar, pintando frases de libertad en las paredes y
saboreando un lomo saltado totalmente inmortal.
Si ésto no es algo parecido a la libertad y al ocio, entonces
no sé como se llama.
Pero por fin me alegra entrar a este sitio sin tener miedo de
ser descubierta. ¡Ah! Las cosas van mejorando poco a poco.
Es suficiente.
Desde: Laboratorio de cómputo del colegio.
Compartiendo oxígeno con: Allison, Alejandra, Diego & José.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Horas

Los fines de semana se caracterizan por ser largos pero uno siempre los siente cortísimos. No me alegra que sea domingo ni que falten horas para regresar a la rutina de todos los días o para que mi papá firme esos malditos papeles que destruyen mis cimientos familiares.
Exámenes, ya conocen la historia.
Necesitaba pasármela por aquí antes de retirarme. Ya no suelo entrar en las semanas y utilizo cuadernos y paredes para desahogar cualquier pensamiento que tenga, por lo menos, la depresión ya no regresa con tanta fuerza y el miércoles será enteramente mío, pues estaré con el coro fuera del colegio.
No puedo creer que ya estemos en el mes de setiembre. No puedo creer que falte poco para mi cumpleaños, que mañana tenga un examen de gramática y que me la haya pasado como un topo leyendo todo el fin de semana por pura diversión.
Me he vuelto un poco insensible, de alguna manera.
Pero todo esta bien, todo estará bien. He comprado libros, he escuchado a Dvörak por las noches y los desayunos son más ricos desde que mi mamá decidió dejar de usar ese queso light que sabe a plástico de casa de Barbie.
Octubre, mes de conociertos.
Noviembre, feliz cumpleaños.
Diciembre, feliz navidad.
Enero, "Hola último año"
Buenas noches.

jueves, 9 de septiembre de 2010

No Todo Funciona

París está mejor que nunca. Notre Dame respira silenciosa por las noches y los croissants jamás habían estado más suaves.
Las cosas han cambiado mucho desde que te fuiste.
De repente veo el sol más brillante, siento la lluvia más fresca. Ya no me importa comer un pan más en el desayuno y mucho menos en aprender a fumar y reír inútilmente como los franceses.
Eso sí... la habitación está más callada.
Aunque las mujeres de aquí sean bellísimas, hay algo que no encaja. Las parisinas están muy buenas, casi todas aman el café, los libros, la pintura. Tienen la piel perfecta, los ojos encendidos, son interesantísimas en las noches y tiernas por la mañana. Andan siempre idealizando e imaginando cambios radicales, como si la Revolución Francesa hubiera sembrado sus consecuencias más allá de los libros de Historia.
Raramente pienso en ti. No me faltan ganas para tomar un avión de regreso y buscarte solo para saber qué tal te va. Me da curiosidad enterarme si me extrañas, si aún me insultas cuando desayunas o si has terminado todo lo que te propusiste alguna vez. Sea una cosa o la otra, yo estoy aquí y tu allá. Si te extraño o me das igual, no significa ya nada con tantos kilómetros y océanos de distancia.
Acostumbrarme al silencio de la habitación es, sin embargo, algo que se ve imposible. Lo admito, de alguna manera anhelo escuchar tu risa estruendosa uno de éstos días y molestarte. Alabarte y sonreír.
Sobre todo, sonreír.


También tengo sentimiento, a pesar de todo. Soy tan orgulloso que nunca admití que fue mi culpa. Eres tan buena que jamás me exigiste una disculpa, un perdón lleno de culpabilidad.
Intentaré acostumbrarme a que París está mejor sin ti. Que yo no le pertenezco a nadie.
Pero jamás podré acostumbrarme al silencio.
Ni a lo infeliz que me siento sin ti.

Lo que es Regresar

"Regresar es respirar y sentir que el aire es menos pesado.
Ya no es plomo invisible, ya no fastidia, ya no jode la paciencia. Es algo
bello. Regresar significa
despertarse sin preocuparse con qué pierna te
levantas, tomar el desayuno aunque no tengas hambre y dormirte
sentado el autobús sabiendo que alguien o algo te despertará.
Siempre uno se despierta.
Regresar es escribir por las noches y leer en la mañana. Es mirar
con los ojos brillosos una botella de alcohol que nunca vas a terminar
porque tomar solo es muy triste. Te hace alcohólico... y muchas veces no
tiene importancia alguna.
Regresar es dejar de tener pesadillas, soñar con personas que
nunca has visto, lugares abstractos y música sin género. Es fingir prestar
atención en clase, sonreír a los que te caen bien y a los que detestas. Es
ser hipócrita de nuevo, porque gracias a la hipocrecía,
el mundo está en equilibrio.
Regresar es perdonar a tus padres por sus errores y jurarte
que no los vas a cometer. Es cerrar los ojos por las noches sabiendo que
mañana terminarás en el mismo sitio, en la misma posición, con las mismas
ganas de dormir que todos los días.
Regresar es darse cuenta de la rutina.
Es amar a los que se deben de amar y amar a los imposibles.
Es creerse especial y creer especiales a los demás. Regresar es olvidar que
todos somos únicos y al mismo tiempo, simples personas.
Regresar es lo mismo que iniciar un final y finalizar un inicio. Regresar es sentir, volverse
frívolo y sentir de nuevo porque hasta el dolor es necesario.
Regresar, regresar...
Todos queremos regresar, el único problema, es no saber a
dónde"
Después de haber pasado unos días, casi una semana sin internet, he pensado mucho en todo y en nada al mismo tiempo. Bueno... sin importar lo que haya ocurrido en éstos hermosos, divertidos y alterados días, yo he regresado.
Yo sí se a dónde he regresado.