Cuando era pequeña solía pensar que la forma de juzgar mis errores era terrible.
Los años pasan con rapidez y hoy cambié de opinión.
Ahora se que merezco más de lo que me exclaman y merezco sentirme peor.
Me hubiera gustado que no hubieran confiado tanto en mi capacidad cuando era pequeña, me hubiera gustado la exigencia...
Me hubiera gustado que no hubieran confiado tanto en mi capacidad cuando era pequeña, me hubiera gustado la exigencia...
Esta noche me acompaña la mediocridad y la soledad de una oveja que se perdió.
Esta noche me acompaña todos los recuerdos que me hacen lo peor.
La peor hija.
La peor amiga.
La peor persona.
Y duele pensarlo, es desgarrador.
Todos somos humanos.
Otros, somos demasiado humanos.
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