miércoles, 3 de octubre de 2012

Agua Fría

"Entonces le dije, Anoche soñé que caminábamos juntos y al otro lado del puente violeta, había un niño vestido de luto que nos miraba pasar. Te abriste paso entre las páginas magulladas y humedecidas por el rocío de la noche anterior y te encogiste los hombros, Seguramente fue una aparición, no pudo haber sido nuestro hijo en sueños, porque yo nunca tendría un hijo contigo. Alguien dijo por la radio que se acercaba una tormenta como nunca antes se había visto y que todos regresaran a casa, a lo lejos se escuchaba el rugido raro de las olas y el agua estaba tan cerca que por el vidrio de la ventana se la veía subir y bajar hasta  empapar el cristal. 
¿Y qué estábamos haciendo en un puente violeta?, preguntaste buscando algo debajo de la cama y el tintineo que le siguió me hizo pensar en monedas y en pastillas. Pero se supone que la medicación había quedado atrás; en aquel mundo cuadrado y extraño, ya no existía la fluoxetina. No lo sé, respondí, solo estábamos caminando hacia el otro lado del puente, y el niño nos esperaba pero parecía conocernos. Qué raro, respondiste y un bostezo de hipopótamo viejo llenó la habitación, Quizá haya representado la infancia perdida, o los traumas de la niñez o quizá solo es porque tú siempre andas mirando niños en todos lados, supongo que es cosa de mujeres. ¿Acaso tu nunca has soñado con niños? pregunté haciendo a un lado una almohada cargada de polvo. Mientras hablábamos el agua del mar había entrado y se iba devorando los maderos centenarios del suelo. No, claro que no, dijiste, Yo sueño con otras cosas, sueño con mujeres, por ejemplo, y con órganos del cuerpo. ¿Alguna vez has soñado con un corazón?, pregunté mientras el agua furiosa del mar llevaba nuestra cama hacia un jardín que no era más que horizonte y lluvia fría. Siempre sueño con un corazón, respondiste jugando con el agua que nos rodeaba, Casi todas las noches. Me reí y me acurruqué en tu hombro porque comenzaba a hacer mucho frio, Esa es la diferente de tus sueños y los míos, te dije debajo de la sábana, Yo puedo conseguir niños, pero tú no puedes conseguir un corazón" 

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