Le dijo al chofer que su padre había contratado que la llevara hacia la avenida Cuba. Pensaba bajarse en ese parque de forma circular con bancas abandonadas y un monumento de quién sabe quién, probablemente un héroe de la guerra. Se sentó en el asiento y comenzó a esperar. El chofer, mientras conducía hacia calles muy alejadas del destino original, solo pensaba en llevarse a la chica y violarla cuando estuvieran lo suficientemente lejos. Después de un rato ella dijo "Esta no es la calle Cuba" y el chofer le respondió "Sí, pero de Chorillos", que era un lugar muy alejado cerca al mar.
Poco después estaban ambos sentados en un auto de la policía. Ella lo miró con tristeza y le dijo "Pudo haber sido mucho peor, señor, ahora solo se irá a la cárcel, pero por un tiempo corto, esperemos. De todos modos, en la cárcen van a violarlo y llenarlo de enfermedades hasta que no pueda caminar ¿Ve lo que se ha buscado, señor?" Y el chofer comenzó a llorar lágrimas de sangre y temblar compulsivamente, se arrimó al regazo de la joven y comenzó a gritar "¡Perdóname! ¡Perdón! ¡Lo siento tanto" Y ella solo le acarició el cabello con una mano, cerró los ojos y le susurró "Lo perdono":
Y ese fue mi sueño.
Me devolvieron a casa con mis padres.
El chofer que intentó secuestrarme no volvió a aparecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario