sábado, 31 de julio de 2010

¡Triunfo!

Después de haber pasado casi una hora de incertidumbre o quizás más, no lo sé, mientras tocaba a Vladimir (mi violín) en mi cuarto siempre se me va la hora volando, por fin obtuve un resultado y ese es: ¡TRIUNFO! Por cuestiones de tiempo, luz y energía, hemos decidido mantenernos en casa como un sábado común y corriente. Aprovecharé para leer y saborear la dulce victoria, robarme algo de lo que quedó del almuerzo y ver unas películas a menos que algo ocurra en la computadora y me quede enganchada hasta el final, lo cual estaría "mal" dependiendo de las circunstancias.
Solo quería decir que me alegra estar en casa.
Y que Google Earth es demasiado genial.
Estoy más tranquila ahora, me retiro, hasta que vengas ideas frescas.

Libertad I


¡Libertad, libertad, clamo con sed de muerta en vida!
soy esclava sin tener cadenas
respiro aire de jaula, me aferro a hierro de cárcel
el cepo quema mi piel antes tan llena de coraje
y me falta valor para caminar bajo ésta dictadura


Se acaba mi tiempo, el libre albedrío
temo a la boca de la noche
y el hambre de las obligaciones
temo a las equivocaciones
añoro la libertad ¡Oh... la lejana libertad!



¿Papá? ¿Me haces un favor?

Nunca le he pedido nada a mi papá. Nunca le he hecho berrinches, tampoco he gritado como una loca por algo ni me he molestado por alguna negativa ¿Comprenden? NUNCA. Ahora simplemente le pido que por favor me deje en casa, estoy completamente indispuesta a que me lleven a cualquier sitio esta noche, mi desgano es tal que soy capaz de encadenarme a mi biblioteca y cerrar el candado hasta que me dejen quedarme. Ni que lo digan... no quiero por nada del mundo despedirme de mi casa ésta noche, primero, porque a donde planean llevarme pinto menos que un pincel invisible y segundo, es extremadamente lejos y en ese lugar no hay nadie con quien charlar. Sí amigos míos, todo eso desemboca en una jodida depresión por la cual no pienso pasar. Ni siquiera mis libros y mi música podrá librarme... papá por favor, no me lleves. Cuando mi mamá me mira decepcionada y me dice "Que vamos a hacer hijita, son solo un par de horas" eso me suena tan creíble como escuchar que tomar arsénico con cola cola ayuda a la digestión. Me siento tan serenamente enojada que soy capaz de hacer una lista de quinientos insultos ahora mismo, pero se dominarme. Si he soportado que me secuestren a reuniones absurdas antes, puedo soportar mi enojo, pero por favor... ésta noche sí que no lo soporto. Son mis vacaciones, necesito perder el tiempo, hablar y reír de cualquier manera, pero ir a escuchar conversaciones ajenas a una casa que parece el Palacio de Buckingham y repetirle mil veces a la gente que aún no termino el colegio y amo las letras es ridículo. En el futuro, desearía grabarme en un video con un termómetro en la boca y mandarlo a todas las reuniones en donde mi papá me quiera meter con una palanca.
Mi mamá que normalmente está de mi lado me decepcionó completamente, se le murió su espíritu de reina guerrera y me dijo que "nos jodimos, no hay nada que hacer". No me puede estar pasando... justo hoy pasan buenas cosas en la televisión. Y aunque pasen el reportaje sobre la relevancia de la existencia del mosquito... preferiría mil veces estar aquí que allá.
Papá... nunca te he hecho UN solo berrinche en toda mi vida ni te he rogado por algo...
Creo que es un buen momento para comenzar




Req.

Susurros Sin Final


Yo no espero tu regreso debajo del paraguas rojo
no tengo el dulce sabor de tu último beso
ni la sensación tibia de una caricia fugaz
tan fugaz como la luz que secuestró tu presencia

No tengo la fuerza que buscas
desesperadamente bajo las sábanas de mi torpeza
nunca prometí cumplir mis promesas
nunca llegaste a decir tus elogios de caballero fino
mucho menos de marinero borracho y vulgar

Bajo servilletas de viejos desayunos
guardo los secretos nocturnos de una historia antigua
guardo las mordidas sutiles de amanecer
y los roces accidentales de luz lunar

Tenemos mucho de qué hablar
pero estás como fantasma sin sentidos
nos debemos explicaciones de las tormentas
de nuestros pasados
nos debemos caricias, venenos
....y poemas usados

Destino

Ésta mañana terminé de leer "La casa de los espíritus" de Isabel Allende. Después de varias semanas de haber estando llevando el libro a todos lados y leyéndolo ilegalmente en las clases de matemática, me alegra saber cómo terminó la historia, pero dejando de lado el hecho que es una novela excelente, me hizo ver ciertas cosas que antes ignoraba. Ya lo había estado pensando en los últimos tiempos, pero comienzo a creer que de verdad todo tiene un orden en ésta vida. Es decir, yo conocí a tales personas porque es parte del equilibrio, me doblé el pie en la calle porque ya estaba escrito, como si nuestras vidas fueran una historia ya marcada que tiene que cumplirse de una manera u otra. Imagino que le llamamos destino, a esa secuencia rebelde que a pesar de los años o de lo que tratemos de hacer para evitarlo, termina cumpliéndose.
Eso me hace pensar que todos mis errores, mis caídas y mis manifestaciones de torpeza (sí pues, hay que decir la verdad) tienen una razón de ser. Lo mismo ocurre con las personas que conozco, esa gente que me marcó la vida de una manera u otra y las que insulté tantas veces en silencio o con la mirada, tienen una razón de estar en mi vida, me guste o no.

Es algo muy místico pensar que todo tiene una razón de ser ¿No? Que en algún libro viejo están escritas las historias de las vidas de todos nosotros y a la mínima acción, todo cambia radicalmente. Es tan fácil como elegir donde almorzar o qué carro tomar, qué estudiar o qué asiento tomar en tu primer día de colegio.
Si yo no hubiera decidido sentarme al lado de la chica delgada de cabello negro hace más de cinco años, nunca hubiera conocido a Arianet ni hubiera llegado a reflexionar sobre la vida adolescente. Si no hubiera elegido ciertos horarios, ciertas clases... no sabría de la vida y quizás no estuviera acá, contándole mis reflexiones a nadie en especial, simplemente manteniendo un lugar donde liberar ideas.
Todo está escrito.
Ninguno de nosotros puede escapar de sus propias páginas.

jueves, 29 de julio de 2010

Correr

Clara llevaba el cabello recogido siempre, incluso cuando dormía. Tocaba el piano tres horas diarias sin quitar los ojos de las partituras, casi sin respirar, con el pequeño rizo rozándole la ceja izquierda y las manos blancas como mármol deslizándose mágicamente por las olorosas teclas. Su mamá se encontraba cocinando pasta mientras observaba el último capítulo de su novela cuando Miguel llamó para decirle a Clara que todo había terminado, que las cosas no funcionaban y con un agradable tono finalmente dijo "Aún podemos ser amigos".
A las cinco de la tarde comenzaba a tocar el piano, con la espalda recta, los ojos fijos en la partitura, las piernas quietas y la mente concentrada. Clara se sentó, tomó aire y cerrando los ojos comenzó a tocar "El vals del minuto" con la misma paciencia de siempre, ya se la sabía de memoria, no había ningún problema. A veces resultaba irritante que la llamaran a todos los cumpleaños de sus tías para tocar, al final siempre felicitaban más a su mamá que a ella. Veinte segundos después de haber comenzado, debajo de las finas manos de Clara nació una equivocación letal, una nota invasora, algo tan detestable que arruinó la magnífica pieza de Chopin y la joven del cabello recogido se quedó fría, con las manos temblando encima del piano blanco. Se escuchó un sollozo y se puso de pie, presionando violentamente las notas que seguían. La llamada de Miguel había comenzado a afectar su concentración y lo peor de todo... su capacidad de tocar. Clara miró su reflejo que comenzaba a tornarse lloroso en la ventana y a pensar en cómo había sido todo. Después de tres años de relación, las cosas se habían terminado abruptamente. "El cabello siempre recogido, Clarita, así me gusta a mí" decía Miguel sonriendo en las largas caminatas nocturnas "Siempre te lo quiero ver así". Y ella obedecía porque se sentía admirada, se sentía bonita. Clara se acurrucó en la pata del piano mientras lloraba desenfrenadamente, con el rizo en la ceja izquierda y la eterna voz de Miguel ocupando el lugar de las notas de Chopin. "Además Clarita que yo ya tenía otra relación, no puedo contigo, aún te falta mucho... pero aún podemos ser amigos, Clarita. Acuérdate... el cabello siempre recogido... se acabó".
Clara se puso de pie, presa de una violencia que nunca antes había sentido, la piel le quemaba y era presa de una taquicardia que amenazaba con tumbarla al suelo en cualquier momento. Miró de nuevo su reflejo y con una furia sin nombre se soltó el cabello, que rodó por su espalda hasta cubrirle la espalda, sintiéndose liberada por fin de todo recuerdo del pasado, de todas las veces en que había obedecido tontamente. Bajó las escaleras corriendo con el cabello meciéndose esponjosamente, abrió la puerta temblando y corrió hacia la calle sin saber a donde iba. Sentía el viento frío chocándose contra sus mejillas y las lágrimas calientes derramándose mientras la voz de Miguel se iba desapareciendo con la velocidad.
Clara corrió, nadie sabe hasta donde. Corrió por la lluviosa ciudad que antes había detestado por su contaminación, corrió sin destino, sin bajar la velocidad, dejando atrás su habitación, su piano, sus partituras arrugadas y el teléfono descolgado tirado en el suelo.
Clara corrió.
Y nunca se detuvo.

Fragmentos #1

ROSA: ¿Y usted qué le dijo?
JAVIER: Que voy a estudiar antropología.
ROSA: ¡Qué bruto, doctorcito! Le hubiera dicho otro día. Seguro le zampó un sopapo.
JAVIER: No. Se dio media vuelta y se fue. Así era él. Así somos los peruanos, nos damos media vuelta y nos vamos, como si las cosas desaparecieran, como si nunca hubieran existido. Un hijo suyo antropólogo y salsero nunca ha existido ni existirá. Un país con millones de pobres extremos nunca ha existido ni existirá, un país con miles de muertos y desaparecidos nunca ha existido ni existirá, un país saqueado sistemáticamente por su clase política nunca ha existido ni existirá. Crees que olvidándolo desaparece hasta que un día todos tus fantasmas te visitan y...



"LA PUERTA DEL CIELO"
Alfonso Santistevan
Página 89

miércoles, 28 de julio de 2010

La Puerta Del Cielo

Anoche regresé a casa muy tarde con una sensación tibia y temblorosa en el pecho, a pesar del frío invernal que consumía a la ciudad a esa hora. Mientras al taxi llegaba a casa, yo simplemente pensaba, pensaba en lo que acababa de presenciar, en si alguna vez, alguien va a conseguir una definición exactamente de quienes somos y para qué estamos viviendo. ¿Nuestro propósito? ¿Quién nos necesita? ¿Qué estamos cambiando con nuestra existencia? Para muchos, debe de sonar como si acaba de salir de una charla de filosofía y deben de estar pensando porqué una mocosa de quince años reflexionaría sobre esos temas tan profundos y tan tarde.
Dirigida por Alfonso Santistevan y con la participación de un espléndido elenco, "La Puerta del Cielo" logró despertar sensaciones que se encontraban adormecidas dentro del público. Desde que llegué, vi que todos esperaban ansiosos por el comienzo, comentaban silenciosamente sobre los actores y miraban curiosos la escenografía. La obra comenzó, otorgándonos un viaje libre por los viejos tiempos de Lima, cuando la buena salsa se esparcía como un incendio de felicidad por las radios, las casas de la alta sociedad y los callejones.
"La Puerta del Cielo" habla sobre la existencia de dos mundos completamente opuestos que no se conocen ni desean observarse y sin embargo, tienen que vivir en el mismo territorio. De verdad, recomiendo ésta obra. Refrescante, divertida y llena de mensajes, "La Puerta del Cielo" puede ser una de las mejores obras de éste año.




Teatro La Plaza ISIL (Larcomar, Miraflores). Del 22 de julio al 14 de setiembre 2010.
De jueves a martes 8:00 pm. (Domingos 7:00 pm.)
S/.50 (general) y S/.25 (estudiantes).
De venta en Teleticket.
Lunes y martes populares.
Jubilados: S/.30 (jueves y domingos)

Soy Peruana

Fiestas patrias, nos quedamos sin carro. Observamos el mensaje presidencial, honestamente, con un amor más profundo hacia el Perú que hacia la política que lo gobierna. Por Dios... pobre hombre, no lo dejan terminar su discurso, creo que ésto va a demorar más de lo usual. Por lo menos nadie ha salido herido durante la ceremonia. A veces me pongo a pensar si el presidente tiene un chaleco anti-balas debajo de su elegante traje... si no lo tiene, debe de tener una gran paciencia porque ya van como cinco interrupciones y me da risa, porque si mi papá estuviera así, probablemente ya habría soltado sus carajos, a él que le encanta hablar en público.


Nunca nadie me dijo que yo era una peruana. Me enseñaron el Himno Nacional y muchas veces lo canté sin saber qué significaba, pero con el debido respeto, con las manos bien pegadas a los costados y la cabeza en alto, mirando con ojos infantiles a mi bandera bicolor. Mis padres nunca se sentaron a explicarme que soy peruana, me ponían discos de Chabuca Granda y me llevaron a conciertos de Eva Ayllon y Arturo Zambo Cavero (que en paz descanse). Ser peruana, la definición exacta, se fue formando con el tiempo, con cada canción, cada paseo por el Puente de los Suspiros y cada suculento anticucho en la carreta cerca del Estadio Nacional.
Con quince años viviendo en éste país, puedo pensar sobre todo ésto. Sobre la condición del Perú, los recursos que tenemos y nuestros aparentemente eternos problemas de corrupción y pobreza. que somos un país lleno de gente especial y lugares tan maravillosos que miles viajan solo para tomarse una foto y respirar de éste aire.
No puedo simplemente, darme una larga entrada sobre lo mucho que amo al Perú. No es un amor de responsabilidad, un amor que hará que me pasen el curso de educación ciudadana o que es representado solo porque llevo la escarapela hasta en la calle. El amor hacia mi país está lleno de una pasión que no tiene nombre, un amor tan ciego que preferiría mil veces quedarme en ésta tierra que haber nacido en el extranjero y lo digo en serio.
El 28 de Julio significa ver cientos de establecimientos con una bandera colgada y muchas ventanas con escarapelas de plástico. Para mí, Fiestas Patrias se celebra todos los días, desde que me levanto, hasta que me voy a dormir, hasta que me arrebaten la vida y allá donde me vaya, mi país seguirá dominando mi espíritu.
Viva el Perú, carajo.
FELICES FIESTAS PATRIAS

martes, 27 de julio de 2010

Para Tí / Para Nosotros

No tienes la menor idea de quién eres ni de lo que haces, eso te lo puedo asegurar. No he venido para gritarte como si fuera tu papá, tampoco para hacerte sentir mal porque eso es lo último que deseo e éste mundo. Solo quiero decirte lo injusto que me parece todo esto, yo lo siento así y no voy a cambiar de parecer hasta que me demuestres que sabes quién eres y lo que haces. No me mires así, como si no me entendieras, por favor. Me llega que seas tan ciega, que no te des cuenta de lo tierno que es cuando derramas el té por la mañana o cuando caminas desviándote hacia el costado sin que te des cuenta, con tu ebriedad imaginaria. No sabes quién eres, siempre me dices que todo está mal y que nada tiene remedio, que no sabes hacer otra cosa que herir... y eso es mentira. Me siento como un inútil cuando brillas a mi lado, todo lo que tienes emana una luz que tu no puedes ver porque estás ciega hasta el alma.
Es tu leve cojeo porque te falta calcio, tu parpadear cansado cuando estás pensando y las frases sin sentido que balbuceas cuando duermes torpemente en el asiento trasero del auto mientras tu papá piensa en que serás alguien trifunfador. Y eso es cierto, deja de mirarme así, no estoy hablándote tonterías, todo ésto es cierto.
Ya no lo aguanto más, necesito que me escuches.
Es tu perfume de champagne que inunda cada milímetro de la habitación, el brillo triste de tu mirar y cada silencioso suspiro que me demuestra lo poco que sueles dormir. Es cuando te pones tus zapatos altos y caminas como si nada, dejando a todos atrás con tu aire dominante... sin querer. Mírame, maldición, por favor... Es cada nota desafinada de tu voz profunda, toda palabra doliente y tierna que sale de tus labios que se quiebran con la altura y brillan en las fiestas a las que que ya no acudes. ¡Es... simplemente todo! Tus discos rayados y baratos, los originales que te costaron un ojo de la cara y ocultas para no presumir, cada audífono malogrado por tu linda torpeza y cada caída silenciosa en la oscuridad poderosa de tu casa nocturna.
Hazme un favor y abre los ojos. Tienes que ver quién eres y lo que haces... ¿Sabes qué es lo que haces? Representas todo en una sola persona, eso es, maldita sea. Representas el dolor y la caricia, lo bueno y lo malo, lo fascinante y lo detestable, el cielo, el infierno, todas las contradicciones que alguien puede pensar en tan solo una hora de locura observándote pensar en la nada.
Y a mí... me has transformado en el hombre demente que nunca he sido, en el estúpido, el amable, el caballero y el vulgar, me has lanzado la maldición mas adorable de todas...
Me has hecho amarte ciegamente. A ti con tus risas y tus lágrimas, tus frustrantes errores y tus logros tan sobresalientes entre la multitud que trata de ahogarte sin éxito.
He venido para decirte eso, que nunca olvides mis palabras aunque los años pasen y todo se vuelva viejo polvo, memorias inútiles... pero quiero que ésto nunca desaparezca de ti, que se una a tu sangre y a tu leve respiración, que te haga sentir feliz. Quiero arrancarte una sonrisa en cada triste etapa de tu vida y asfixiarte de risa en los momentos de felicidad.
Quiero que nunca olvides la manera en cómo te amo.
Nunca olvides quién eres... y lo que me has hecho.

sábado, 24 de julio de 2010

Y cuando pasen los años...

Probablemente mi mamá tiene razón cuando me dice que aproveche el tiempo cuando mi papá está en casa y dispuesto a mimarme. Ella nunca pudo crecer al lado del suyo porque mi abuelo murió cuando ella era pequeña, supongo que por eso ella me quiere ver al lado del mío. Quiero a mis padres con un cariño y agradecimiento sin medidas ni nombre, pero ambos están de acuerdo en que mi forma de expresar sentimientos deja mucho que desear.
Es extraño, las personas no suelen decir que soy alguien frívola ni introvertida, siempre estoy diciendo a los cuatro vientos mis opiniones aunque a veces me meta en problemas y el silencio es una de mis medidas diplomáticas cuando no quiero comenzar una discusión. Más de una vez he tenido que escuchar a mi mamá vociferando lo mala que soy, lo poco que parezco quererlos y lo mucho que quiero quedarme en casa en vez de salir a acompañarlos a cualquier sitio.
Por la mañana mi papá me ofreció salir a recoger algo a la municipalidad, estaba a punto de negar cuando mi mamá me dijo que aceptara de una manera tan desesperada que no tuve tiempo para pensarlo. Minutos antes de salir mi papá le decía "Si la estoy llevando sin que ella quiera y en forma de guerra, es mejor que se quede". Me encogí espiritualmente ante tremenda frase. Después de aquello no me atreví a mostrar ni mal humor, pero sí un silencio frágil que demostraba lo poco que tengo que hablar con mi papá. ¿Sobre qué? Unas vagas frases a cerca del colegio, que todo va bien, ya estoy de vacaciones, sí... quizás podamos viajar, no, no tengo mucho que hacer. Mi padre muy en fondo de su coraza de metal sabe que necesita escucharme hablar como una cotorra, que le confíe mis problemas, que le hable de mis dudas, que deje de leer por unos instantes para decirle que me sentí triste algún día de mi vida.
Se que mi papá recuerda el triste día en donde la casa se derrumbó de pena y me arrojé a sus brazos llorando por miedo a las reacciones y las amenazas de una madre que me quiere ciegamente, pero comete errores. Y yo también los cometo, es parte de mi naturaleza torpe y diferente. Ese día, entre otros tantos donde cada uno por su lado y dejamos de ser una familia por varias horas, cada uno, añorando un abrazo que nadie se atrevía a dar. Mi papá en su escritorio, mi mamá en su habitación y yo frente a una computadora que recibe mis penas y sin escupir ningún consejo, salvo el de los buenos amigos que desaparecen, porque ellos también tienen problemas.
Debí de despedirme con un beso en la mejilla de mi papá cuando me dejó en casa hace una hora y se fue a dejar algo a otro lugar. Mientras subía las escaleras pensé en eso, mi naturaleza negativa, destructora y siniestra que me dijo que uno de éstos días Dios me iba a enseñar a apreciar quitándome todo y dejándome en pena. Siempre me he creído merecedora de muchos castigos, pero últimamente la vida me sonríe sarcástica, sin ánimos de herirme como en mis antiguos años donde mis pecados estaban relativamente más encendidos.
Hoy día quizás me vaya a comprar libros a la feria que hay a unas calles de casa.
Todo va a estar bien.



miércoles, 21 de julio de 2010

Dolor Nocturno

Para Yuki:




Dormir físicamente es mejor que el eterno y monótono descanso espiritual
causado por una pena sin lógica
¡Que el cuerpo resista, corazón débil de
mujer fuerte!
que el sentimiento muera, mas sobreviva
la frágil ánima
que te alimenta
no entre en tu sueño penuria ni pentagrama sin notas
tinta envenedada que rocía romances absurdos
¡Cristalinos bosquejos de
lo que llamamos amor!


Requiem: Ups... no sé que pasó. Simplemente me nació.


Yuki: Que miedo.


Requiem: Así siempre sucede.


martes, 20 de julio de 2010

Friaje

A veces tenía que dejar su torpeza de lado para poder encajar en ese glamoroso mundo. Así de fácil. Reemplazar sus caídas por zapatos nuevos, su común salvaje desorden en peinados ordenados e inyectarse modales y risas adorables que le salían perfectamente bien. Nadie dijo que vivir en aquella sociedad era fácil, lejos de las invitaciones y de las cristalinas copas de licor caro no había nada más en el fondo. Como una caja de regalo que solo guardaba oxígeno viejo por dentro. Dentro de aquel mundo, podía sentir en carne propia lo que era extrañar a sus viejos y pequeños amigos del otro lado de ciudad. Esos infantes de uñas sucias, cabello descuidado y pies negros quienes recibían regalos de toda la gente de buen corazón en Navidad. Ella estaba incluida, quien sabe si lo hacía por buen corazón o por querer comprar una jubilación al cielo o despertar buenos comentarios. Esos niños le debían la vida y se aseguraban que nada la molestara cuando le tocaba meterse en esos barrios viejos, olvidados por las autoridades y cubiertos de miseria.
La nueva vida que tenía le impedía regresar. Tenía que cambiar a los infantes por los hermanos pequeños de sus nuevos amigos del club, Belle, la francesita que tenía a dos monstruos que compartían su sangre y se dedicaban a hacer agujeros en los patios del club con un escalofriante gran danés. Su padre estaba muy feliz con todo aquello, quién no deseaba estar en esos círculos, hablar de política, que sí, el presidente es un cabrón pero por eso viajamos al extranjero. Y estaba dentro del protocolo de ella hablar de política también, opinar sobre la economía del país, criticar positivamente el arte y lucir toda su inteligencia ante los hijos de los políticos que dejaban mucho que desear y se dedicaban a fumar Hamilton mientras escuchaban a "los grandes"tertuliar.
Y su madre, su pobre madre que tenía que aguantar esos zapatos en punta tan incómodos, los collares pomposos y preocuparse de mirar las carteras ajenas, quizás solo porque las demás señoras lo hacían o porque dentro de su propio ser, admiraba la gran vida que ahora se podía dar.
El friaje en Lima estaba siendo tan brusco que en la sierra los niños se morían por docenas cada día. En la capital, los noticieros y estaciones de radio organizaban colectas para mandarles algo a los pobres desafortunados. Al mismo tiempo, cerca de una tibia baranda de un elegante salón miraflorino, ella y sus padres escuchaban un discurso alentador a cerca del futuro.
El tiempo se pasaba lento y el clima era omitido gracias a aquellos abrigos de todas partes del mundo.
Pero nada podía disminuir el frío que carcomía el espíritu de ella, que entre aplausos y sonrisas a las esposas de los diputados, tragaba amargamente los recuerdos de su pasado.




viernes, 16 de julio de 2010

"ascodevida.com"


El viernes comenzó espléndidamente con un frío infernal, pero eso que importa, todo iba estupendamente bien hasta que te encuentras con esa gente idiota que no debería de existir ni habitar en tu territorio. Perfecto, de alguna manera se me murió el sentido del humor y pasé la mañana planeando el homicidio seguro de alguien junto con una compañera que terminará siendo una asesina serial si no dejo de alentar el despertar de su creatividad siniestra. Soy mejor que un campamento de verano de la locura, unos meses en el pupitre de atrás y terminarás más rayado que mis gafas.
¿Por qué? La pregunta es así de simple y corta: ¿Por qué? Hoy como nunca me he mordido la lengua (efectivamente, no funcionó) para no matar moralmente a algunas personas que se lo merecen. Lo peor que puedo encontrar en alguien es la actitud presumida y superior. En especial cuando esas personas tienen el complejo de fósforo y no pueden pasar ni un día de sus malditas vidas sin hacer a alguien sentir mal.
Éste es uno de los momentos en el que mis buenas amistades aparecen para decir: "Esa gente tiene una vida tan triste que se la pasan jodiendo la ajena a ver si se animan". Pero me tuve que conformar con las palmadas en la espalda y los "Cálmate, por favor". Es cierto, llenarme de veneno no me sirve de nada... a menos que se lo pueda inyectar a alguien rápidamente.
Voy a superar todo ésto, hoy es viernes, mañana es sábado.
Regreso de mis lunáticas clases de inglés y seré libre para ver musicales, cantar, llorar, reír.
Tomar vino, ya conocen la historia.




PD: El título es real. En la página ascodevida.com que me pasó un amigo hace muchos meses me di cuenta que de verdad... no me puedo quejar demasiado de lo que me ocurre.
Demonios.


lunes, 12 de julio de 2010

Cuestión de orgullo


Tan fastidioso como un mini-viaje al infierno al puro estilo de Constantine, el Lunes comienza con sorpresas para todos. Algunas positivas, otras tan feas que da hasta miedo nombrarlas. A mí me llegó la sorpresa del año con un 20 en juicio crítico en el curso de Física. Amigos míos, el mundo se va a terminar muy pronto, ni si quiera he tenido un 20 en algún adorable curso de letras y ya me estoy dirigiendo hacia los extremos en cosas que nunca me fascinaron. Perfecto, el mundo está loco y ahora que terminó (¡GRACIAS!) el Mundial y el Waka Waka dejará de sonar en las radios (puedo apostarlo), podemos decir que todos regresamos a nuestra vida común y corriente. Nosotros los estudiantes nos regresamos a las horas de clases sin escuchar partidos por aparatos ilegales o correr en las soleadas pero frías horas de salida hasta el restaurante del grifo para ver cómo acabó el juego. Y los profesores... mejor para ellos, puedo dar muchos nombres de algunos que están felices que el Mundial se haya terminado, ahora ya no tienen con qué distraerse y pueden corregir los exámanes que medio mundo jala y la otra mitad aprueba. Así son las cosas, ya vayamos pisando tierra.
Pero hay otras que la verdad, con o sin Mundial, siguen siendo igual de detestables. Y no, no les voy a hablar de las clases de matemática (¡Saqué 14! ¡Por Dios!) o de lo útil que es saber las propiedades de una circunferencia en tu vida. Les voy a hablar del orgullo de las personas... en especial de las que tienen talento. Si yo fuera la persona más talentosa del mundo, podría jurar que no me la pasaría preguntándole a las personas cosas que evidentemente no saben solo para demostrar que soy mejor. Si tengo una voz superior a la de Sarah Brightman no tengo porqué decirle a la gente que canta en la ducha en qué tonalidad está. ¿Y a mí que me importa? Paf... la verdad es que hay ciertas personas con un orgullo demasiado mantequillado, pulido...
Vamos.
¿A ti que te importa en qué "calibre" se encuentre mi violín?
¿Es un pistolón acaso?
Inhalar y exhalar, nada está perdido ni nada se malogra por preguntas en blanco.

sábado, 10 de julio de 2010

Perfumes Mortales

Nina llegó por la noche minutos antes de retirarme al teatro del colegio. Hacía frío afuera y el aire se sentía tan contaminado y usado como siempre, las luces de mi cuadra le daban un aspecto tan saturado como siempre, tan urbano y frío. Estábamos paradas en la puerta de mi casa mientras mi mamá terminaba unos asuntos al frente. El tema del partido fallido de Alemania salió a flote y antes de comentarle la mala pasada que había hecho alguien en el colegio después del gol de España, un hombre colosal se nos acercó, con una serie de pulseras colgando de sus brazos. Se detuvo a mirarnos y luego comenzó a hablar, diciendo que no teníamos porqué desconfiar de él, que sus intenciones eran buenas y que solo quería vender unas pulseras. Su manera de hablar estaba bien elaborada, como si lo hubiera practicado anteriormente, emanaba un olor a cigarro o a algo chamuscado que no supera reconocer. Mientras él hablaba lo analicé, ojos rojizos, dientes chuecos y amarillentos, la voz grave y un acento medio perdido como si por momentos se le entrelazaran las cuerdas vocales. No tardó mucho en colocarnos las pulseras y estaba insistiendo demasiado en que le compráramos sus pulseras con olores dulces, un perfume que según él era muy benigno y siempre ayudaría. Un miedo inexplicable me dominó y le di dos monedas para que se retirara rápido. Dijo que también leía las manos (quiromancia) con aires de despertar nuestro interés. Al ver el dinero contó las monedas, dijo gracias y se marchó, dejando una de las pulseras en mi mano temblorosa. Nina me miró y le dije que me quitara la pulsera de inmediato y tratando de tocarla lo menos posible la guardé dentro de mi cartera, diciendo que habría que quemarla lo antes posible, que nada de ésto podría significar algo bueno. Nina suspiró y me dijo que el hombre olía a droga. No pude estar más de acuerdo.
Cuando llegó mi mamá segundos después le contamos lo que había ocurrido, evidentemente el hombre había sido un gitano. Mi mamá olió la pulsera y negando lentamente dijo que era olor de brujería.
Con miedo de estar portando algo maligno llegué el teatro y pasé una noche espléndida con la función. Esa noche dormí en la madrugada sabiendo que había algo que me acompañaba. Quizás mi paranoia quizás algo peor.
Oré.
Y dormí en armonía y sin sueños hasta muchas horas después.

viernes, 9 de julio de 2010

La Tercera Palabra

Dirigida por Manuel Rojas e interpretada por los alumnos del último curso, la obra de teatro "La Tercera Palabra" fue un éxito total que desencadenó sentimientos en el público que pocas presentaciones anteriores han podido despertar. Breve y poderosa, la presentación culminó con aplausos gloriosos como obsequio para el talentoso elenco y un regalo para el director que hizo un espléndido trabajo. Aplausos para todos, la verdad es que son merecedores de una venia.
"La Tercera Palabra" una obra sutil, conmovedora hasta quizás el límite de la aparición de lágrimas y estremecimientos. Pablo, un joven maleducado y ciertamente salvaje, es súbitamente obligado a aprender a leer y escribir gracias a una hermosa maestra, contratada por dos ancianas que cuidan de él, ya que el muchacho es huérfano. La maestra accede y finalmente descubre que Pablo contiene secretos, una inteligencia que nadie creía posible. Las cosas se complican cuando llega el hijo de la estafadora administradora de la casa donde todos conviven y descubre que la maestra, es la misma mujer que fue su amante en el pasado, a la cual le pagaba por acostarse juntos. Por su ambición por el dinero de Pablo, el hijo de la administradora amenaza a la maestra en decirle a todos el secreto si ella no se va para siempre de la vida del joven. Acuerdan en posponer la despedida y él se retira con aires de la lascivia no curaba que la maestra dejó en él. La familia aristocrática, rica y materialista llega por el cumpleaños número 25 de Pablo, son recibidos con afabilidad por el chico que no demora en defenderse cuando nota sus burlas por su condición, a lo que la familia se retira ofendida.
La maestra es obligada a decirle la verdad a Pablo y que en su vientre, lleva a su hijo. Los telones se cierran en una conmovedora imagen entre ambos, después que Dios responde con un trueno que no ha llegado la hora de la muerte ni de la maestra ni de su hijo y que todo debe de continuar.
Poderosa y triunfal, "La Tercera Palabra" nos muestra una visión distinta del amor entre dos personas de mundos totalmente distintos. De alguna manera, logra representar al hombre terco que cambia radicalmente por la magia de los sentimientos y de la mujer sensible y herida que aprende a hacerse fuerte de la manera más brusca posible. Es decir, cuenta la historia de todos los días, quizás, nuestra propia historia. El hijo de la administradora, representando a todos los errores cometidos en el pasado de la maestra, regresa para aniquilar su felicidad, cosa que sucede también con nosotros.
Una obra llena de mensajes ocultos y encerrados en gestos, líneas inteligentes y representaciones brillantes. Verdaderamente, vale la pena ir a verla una y cien veces más.
Felicitaciones a la promoción Yellows 2010 por el espléndido trabajo y lo mismo al director.
Hoy fue una de las noches en donde uno se queda sin aliento a pesar de no estar sobre el escenario.




Anotaciones Somnolientas

[ Dato: Mientras se escribía la siguiente entrada mi cerebro estaba agonizante, al igual que mis ojos, mis manos y mi sistema nervioso. Gracias por la comprensión y abróchense los cinturones que nos vamos a chocar dentro de poco ]


El examen de física fue una basofia total. Sí, lo de admito, pero esa no ha sido la razón porque la que éste día ha sido tan monótono, tan agotador y tan lleno de locuras. Llegué al límite de comenzar a fingir una ebriedad utópica para divertirme, inventar canciones que quizás ofendan el prestigio del colegio, en fin, cuando por fin me largue las pondré en algún sitio, por el momento soy prisionera con las cadenas mas cristianas del mundo. El martes por la mañana recité dos veces un poema de Gabriela Mistral en el colegio y sentí que el alma se me salía del cuerpo con todo el derecho del mundo, aquella prosa era increíblemente perfecta, apasionante. Y aunque nunca falta (de verdad, NUNCA falta) la multitud de mentes un poco perturbadas, uno de mis gestos me causó problemas a la hora de salida. Consejo número uno de la semana para presentaciones de poesías apasionantes: Nunca te pongas la mano en el pecho de manera muy notoria, hay cerebros carcomidos por la Internet en el público y están dispuestos a crear comentarios después. Después de una tarde con la doctora Muffin me siguió un periodo de pena absoluta y sin motivo que no se fue hasta hoy por la tarde y ahora se ha convertido en puro cansancio. No quiero pensar ni por un momento en que de verdad tengo razones, prefiero dejar todo en misterio. Mis ojos se mueren, pero que bien que estoy loquísima y soy capaz de aguantar las últimas absurdas oraciones de mi triste jueves que he pasado en recuperación. Como dije: el examen de física fue una basofia, salvo los angelitos matemáticos que siempre aprueban (ojo, no lo digo con mala intención) los demás nos podemos ir al infierno a jugar billar con los demonios del enojo de nuestros padres.
Estuve tan mal que canté rancheras alcohólicas de José Jimenez hasta la medianoche ayer y luego me largué a descansar para luego tener un sueño donde beso a alguien que no conozco y probablemente no exista. Siquiera los fantasmas me visitan cuando duermo... ¡Si quiera alguien se cruza por ahí y reemplaza a mis comunes pesadillas! De ahora en adelante no quiero saber nada del sentimentalismo, le está jodiendo la vida al mundo entero y aunque sea muy inspirador en ocasiones, sigue malográndote todo cuando se convierte en un dolor sin nombre. Las presentaciones de teatro, conciertos de música clásica y demás cosas tan bonitas están esparciéndose por Lima con una velocidad adorable. Planeo salir todos los fines de semana que pueda a liberar mi mente y alimentarla con presentaciones agradables, después de haber visto la última función de "Las Neurosis Sexuales De Nuestros Padres" solo he podido esperar a que Julio comience para ir a ver la obra una vez más y esperar al concierto más cercano (un cuarteto de cuerdas buenísimo) para ver si puedo enmendar las salidas que no logré culminar en mi tiempo libre.
No hay nada mejor que el Arte para curar almas y sistemas nerviosos heridos como los míos.
¡A practicar violín, escribir y alcoholizarse en sueños!
Cómo se nota que me estoy muriendo...
Besos Negros & Abrazos Bohemios
Req.♫

martes, 6 de julio de 2010

Aperitivo

Si crees que eres suficiente, no lo eres Amelia No eres lo suficiente buena como para acabar con mi vida, pero sí para consumirme hasta dejar un leve pedazo de mí respiando, de extraerme la sangre a besos nocturnos y a mordidas rojo vino.
Si pienso que soy merecedor de tu homicidio, estoy equivocado, Amelia. Estás para matarme todas las noches y torturarme por el día con la tentación encendida de tu cuerpo. ¿Por qué, Amelia? ¿Por qué anhelas mi trágico final?
Si la gente piensa que somos personajes incompletos, no se equivocan. Demuéstrame que al amanecer vas a desaparecer con la oscuridad que te formó. Amelia, nacida de las tinieblas, de las penas abandonadas que se formaron en deseo carnal ante tanto desgano. Y a nadie le preocupa ni le molesta, que seas una asesina profesional. Una mujer de sangre fría, muslos blancos y apetitos salvajes. ¿Qué soy yo... si no es tu entremés favorito? Soy tu bocado, tuya es la mordida directamente hacia la yugular como loba enfurecida, demoníaca tu tranquilidad cuando duermes a mi lado, como si no acabas de cometer el quinto asesinato de la noche. El quinto... no me acuerdo, no te acuerdas. Son éstas las cosas que ocurren cuando me olvido de quién eres, de lo que me haces, de cómo me manejas a tu antojo. Tienes la sombra del demonio y el rostro del ángel más puro de todo el firmamento... pero pureza es lo que más falta dentro de ti.
Cada poro, cada célula lujuriosa de tu piel maligna, cada órgano en perfecto estado... ninguno conserva la pureza con la que naciste, aquella que te duró unos años.
Hasta que llegué yo, hasta que llegaron ellos, los primeros, segundos, terceros. Hay puestos para recibir tus ardientes homicidios. No, Amelia, tú no conoces lugar, tampoco hora ni tiempo. No respetas las camas, tampoco las habitaciones de hotel, lo romántico te enferma.
Te gusta la violencia.
Te gusta que te grite lo maligna que eres, lo mucho que te amo, que te temo hasta límites de horror que nadie conoce. Lo que deseas lo consigues, a quien deseas lo perviertes, lo consumes, lo dejas en ruinas y te dedicas a sembrar maldad por donde pisan tus níveos pies. Voy a dejar que me consumas una vez más, que me destroces a mordidas, a rasguños, que me ahogues en la violencia que te encanta, te obsesiona, te hace sentir la líder, la mejor mujer del mundo.
Vienes bañada el luz rojo vivo sin frío ni consciencia, vacía de toda culpa, con los ojos bien abiertos dirigidos hacia un solo punto fijo y clavado en mi carne marcada por tus ataques:
Mi destrucción.







Parte Prima

Regresaba del colegio con la mirada llena de ese brillo triste, dirigida hacia su propio reflejo en las lunas de los edificios. Esa silueta caminaba lento por la calle hasta llegar a la puerta de metal despintado de todas las tardes y tocaba el timbre. Dejaba su mochila a la mitad del pasadizo sabiendo que alguien se tropezaría en cualquier momento. Almorzaba sin decir más que palabras complicadas, suspiraba, jugando con el arroz blanco que nunca terminaba por pleno desgano. Se quedaba en su habitación el resto de la tarde, sin extrañar el contaminado aire de la calle, a las personas que la saludaban y ella no recordaba. No había nada más en esas frías tardes después del colegio que la ventana un poco abierta, las gafas encima de un libro que había leído ya siete veces y una canción acústica en la radio que solo ahondaba sus sentimientos.
Estaba tan apagada, tan gris...
El cielo color llave metálica amenazaba con una lluvia fina que terminaba en empapar las calles como mangas de niña sensible. Ella se sentaba a mirar las paredes, la calle que se volvía más brillante y al mismo tiempo más oscura. No tenía números de teléfono, no tenía nada que le arrancara esa sensación de estar tan apagada. Tan gris...
Y en ocasiones se ponía esas botas negras que detestaba por ser tan modernas, se rociaba perfumes franceses, de olores frutales, florales y de bebidas alcohólicas como si eso fuera a espantar la nube de tristeza que cubría de pies a cabeza. Desde sus ojos negros y brillantemente tristes hasta las manos cansadas de escribir y de marcar números que carecían de sentido.
Entonces él, la pensaba durante las tardes, deseando que la pesadilla terminara, intentando hallar el final del comienzo. Ignorando, el hecho que ya era muy tarde.
¿Quién fue? ¿Quién en éste maldito universo, le mando a sentirse tan extraño? ¿Quién le mandó a sentirse identificado con cada canción, cada frase, cada encuentro accidental, en medio de esa triste ciudad? Triste ciudad y triste ella, que corría y corría sin darse cuenta a donde iba. Usando esos perfumes agradables que nunca iba a poder regalarle y ropa que le quedaba muy bien, pero ella, terca, insistía en ocultar sus gracias. Insistía en sentirse disminuida de vez en cuando, de no atreverse a mirar a los demás por miedo a que notaran una debilidad que ocultaba con un don teatral sorprendente.
¿Quién lo mandaba a preocuparse tanto? Quizás, esa parte sensible y compasiva de su personalidad, ese lado que siempre se mantuvo lejano de todo.
¿Quién era ella? Maldita sea ¿Por qué se sentía triste hasta el borde de las lágrimas de la nada?
Comenzó a sospechar, desde la soledad de una ventana...
que ambos tenían una conección que iba más allá de lo simple.
De lo absurdamente simple.


domingo, 4 de julio de 2010

Nebulosa Colorinche

Clío vino a visitarme inesperadamente por la mañana y cayó perfectamente, salvando mi domingo que mayormente suele ser apagado y gris. Típico lo del gris... estamos en invierno y en uno de los más fríos que he tenido. ¡Taeritas de Julio! Dos semanas para las vacaciones, un posible examen de matemática para el día de mañana, una poesía que tengo que memorizar para el martes y mucho en qué pensar. ¿Alguien se acuerda que yo decía que me estaba escapando de una profesora de inglés en el insituto de idiomas? Genial, porque ha regresado a mi vida y tengo que sobrevivir éste mes a todas las locuras a las que me puede someter. Normal por mí, puedo resistir...
Tengo cinco minutos para quedarme en éste lugar y no es suficiente para resumir todo lo que ha estado ocurriendo en tan poco tiempo. Lo único que puedo decir, es que todo va maravillosamente bien en muchos sentidos. Anoche mi cerebro casi explota por un trabajo de historia de quince páginas que terminé por la mañana. Mis pesadillas se acabaron, estoy usando demasiados puntos, me bajo la música que me da la gana y no suelto mi violín en ningún instante.
Deseen suerte a mi persona para ésta semana que está llena de cosillas colorinches.
La voy a necesitar.
Req.
PD: La matemática es M A L A

jueves, 1 de julio de 2010

Lipemanía Gris [ Fragmentos ]

[ FRAGMENTOS ]



He vivido la vida como se vive un cuento
como si fuera una historia
como si alguien escuchara
como si alguien devorara
... las palabras que nunca escribí

He vivido la vida como se vive un poema
como si la tinta fuera oxígeno
el papel mi suelo
y los versos, los días
en los que río y me lamento

Y una vida es mucho tiempo
muy larga... muy corta
para los cazadores de adrenalinas
para los que padecemos lipemanía
esperamos a la siguiente campanada
... otra vez

¡Julio! ¡Hola!

Se fue Junio para la suerte de todos. No sé que tienen los fines de mes que siempre traen tranquilidad, debe de ser porque los consideramos como un final definitivo, pero pocas veces nos ponemos a pensar que son solo comienzos. Julio llegó con pensamientos oscuros, dobles sentidos y un estilo de vida frívolo y divertido al mismo tiempo.
Mi sentido del humor se ha afinado de una manera tan extraña que ha terminado por agradarme, igual que mi capacidad por crear frases tan ciertas como fregadas, tan irónicas como absurdas. No sé, son cosas que llegan cuando te das cuenta que ya estás en la mitad de año y parece que todo hubiera comenzado hace unos días. Sí pues, yo aún pienso que Sarah se fue de mi casa ayer después de haberse amanecido a mi lado (literalmente amanecido, esa vez dormí a las seis de la mañana) con botellas de licor mediocre y grabaciones donde insultábamos a gente que ya no es importante.
Me pregunto dónde estará ella, en qué estará pensando y si sentirá esta oleada de pensamientos oscuros y granates que no se quieren ir por nada del mundo. Alguien una vez dijo que todos los escritores, poetas, músicos... que se yo, gente de arte, analizan lo que nadie analiza y se dan cuenta de cosas que los demás no. Los detalles que encuentran, son lo que logran formarlos como personas tan sensibles. Pueden estar en la euforia total, en la depresión fatal o en una deliciosa lascivia que los hace manifestar su arte de cualquier manera.
A menos que tengan, claro, un par de pies fríos que calentar por las noches. Suerte de aquellos... mi envidia más sana para las personas que no tienen ese inútil "vacío adolescente" que muchas veces nos hace sentir tan solitarios.
Para eso está el dulce colegio que nos tira un balde de agua helada para que nos de una hipotermia espiritual hasta que nos demos cuenta que no debemos de quejarnos de quién somos. Esa clase de cosas se ven aquí y ahora, lo digo porque soy la que convive en un colegio cristiano con docenas de personas que desearían ser alguien más hasta que se dan cuenta que "esa no es la cosa". Ya sea porque la vida se los demuestra o porque entro yo al rescate con mis "reflexioneos" y mis malas palabras. No lo hago para parecer la Confucio de algún lado, lo hago porque desde siempre he tenido esas ganas de ayudar incondicionalmente a alguien. (Nota: Eso no me hace la persona más bondadosa del mundo, para aquellos que estén pensando "Ahora Réquiem se la quiere pasar de monja" pueden ir a tirarse de un puente. Gracias)
La juventud se encuentra en una crisis, está padeciendo de una infección penosísima en donde nadie sabe lo que quiere, hacia donde va, con quién estar. La gente comienza a dudar entre mantenerse vírgen o tener sexo con quien sea, entre pisar tierra y darse cuenta en el país en el que viven o comenzar a soñar con Estados Unidos como si fuera algo más que otra nación llena de seres humanos que se volvió una potencia importante y tiene al mundo enfermo con Mc Donald's.
Junio me ha recargado de reflexiones, de entusiasmo, de ganas de cambiar las cosas y si las cosas se ponen tercas y caprichosas... como diría un amigo mío: "Se dice como es. Que se jodan".
Yo sigo acá con mis pensamientos oscuros de Julio, mis cuadernos repletos de ideas, mi violín que no se cansa y mis manos heladas por un invierno limeño tan rico como el té que me tomé hace unas horas en una cafetería miraflorina.
Acá comienza Julio.
Les deseo suerte a todos, mucho entusiasmo, mucho optimisto, se los digo yo que desde que nací he sido una persona potencialmente siniestra en todo sentido.
Anda... sonríe.
Nada jode para siempre.
Req.